El acceso a internet es un derecho humano, pero en América Latina todavía no logra ser universal.
PLas regiones rurales, las comunidades indígenas y los hogares con menores ingresos enfrentan más obstáculos para hacer un uso efectivo y pleno del internet.
De acuerdo con cifras de desarrollo digital de la Cepal, Paraguay es el país de la región con la brecha más profunda de desigualdad en este rubro, mientras sólo el 12% de los hogares más pobres tienen acceso a internet, la cifra para los hogares más ricos se dispara a 83 por ciento.
En contraparte, Chile ha logrado conectar a casi el total de su población sin importar los ingresos; el 94% de los hogares más pobres y el 98% de los más ricos tienen acceso a internet.
Aunque tener acceso a internet en casa no garantiza un uso pleno y eficaz de los espacios digitales, sí acerca a la población a la educación, el empleo, la información, la cultura y la recreación.
México, por su parte, conserva una brecha de desigualdad importante: 32% de los hogares más pobres y 79% de los más ricos cuentan con acceso a internet.