Jorge Montejo.
En un espectáculo digno de aplausos, la "mafia del poder hidalguense" decide dar un giro dramático en su carrera política y saltar con desesperación a la 4T. Un movimiento tan audaz que hasta podríamos llamarlo la "reinvención del siglo".
Entre los protagonistas de esta obra maestra del oportunismo político, destacamos a Osorio Chong, quien debe estar extasiado por la lealtad de su confidente Nuvia, que sin titubear intenta dar el salto a Morena. Sin embargo, los giros inesperados de la trama la llevan a refugiarse en el Partido Verde Ecologista de México, ¡la joya escondida de la 4T!, donde obtiene la candidatura a la senaduría, garantizando así la impunidad necesaria para sus historiales de saqueo y corruptelas.
En el desolado paisaje político del PRI en Hidalgo, nos topamos con la figura de Francisco Olvera, el experto en pellizcos al erario público. Mientras el partido intenta recuperarse de los estragos causados por sus exgobernadores, Olvera decide lanzarse como diputado federal. ¡Qué mejor manera de demostrar el arrepentimiento por los saqueos pasados que buscando aún más poder!
Ah, y no podemos olvidar los "viejos tiempos" de Olvera, cuando formaba parte de la federación de estudiantes de la UAEH y más reciente como parte de un cartel inmobiliario en el Infonavit durante la era de Penchyna. Su correduría pública emitía avalúos mágicos para la recuperación de casas, todo a precios tan módicos que ni los reyes de la bicoca podrían resistirse. ¿Quién necesita ética cuando puedes tener casas a precios de remate?
En resumen, la mafia hidalguense nos regala un espectáculo digno de reality show, donde la traición, los refugios partidistas y las aspiraciones desmedidas se entrelazan en una trama tan absurda que ni el mejor guionista de Hollywood se atrevería a imaginar. ¿Qué será lo próximo en esta tragicomedia llamada política? Solo el tiempo lo dirá.
Por un lado infiltran personajes a la 4T (a través de dirigentes sin ideales), para desprestigiar el movimiento de AMLO en Hidalgo, bloqueando a los verdaderos protagonistas del cambio verdadero, mientras que por el otro, se postulan como candidatos por el PRI.
