La modernidad es una etapa necesaria para evolucionar y sobre todo para estar a la vanguardia frente a las exigenciasde una ciudadanía que demanda eficacia.
El estado de Hidalgo no es la excepción ya que entre tantas ideas de modernidad está la construcción a cuatro carriles de la carretera Pachuca-Huejutla en el tramo de Real del Monte-Huasca que se pretendía concluir en diciembre de 2023 una parte y de forma total en los primeros meses del año 2024, esto de acuerdo con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Este tramo consta de 9.4 kilómetros, en donde se construyen dos entronques a desnivel, seis viaductos y tres túneles que ayudarán a mejorar la circulación de esta vía de comunicación.
Los tres túneles tendrán mil 373 metros lineales, mientras que los viaductos son de mil 16 metros y los entronques de 7 mil 850 metros lineales. Con esta carretera de cuatro carriles se logrará que quienes la circulen de Huasca a Pachuca lleguen en 10 minutos sin tener que realizar largas filas en el tramo de Real del Monte.
El Gobierno federal con esta obra tiene en proceso 14 contratos: seis de obra, tres de supervisión, tres ambientalistas, uno de coordinación de proyectos y uno de derecho de vía.
Pero se dice que “Lo que mal empieza muy mal termina” y es que a lo largo de la construcción de esta faraónica obra aconteció el derrumbe de una estructura en las obras de la carretera que dejó un obrero sin vida y seis más heridos, quienes fueron llevados a hospitales en vehículos particulares.
El hecho ocurrió a más de un mes de que también cinco trabajadores fallecieran después de que colapsara un andamio de 25 metros en la obra del tramo Real del Monte-Huasca, carretera Pachuca-Huejutla, en el Viaducto Vicente Guerrero, el 19 de noviembre del año pasado.
La falta de organización y supervisión objetiva y profesional, así como la carente solidaridad con los trabajadores ha hecho que los accidentes estén a la orden convirtiéndose este tramo carretero en un perturbador y macabro punto carretero.
Pero por fortuna “No hay mal que por bien no venga” reza aquel adagio y por ello justamente al considerar que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) del gobierno federal causó afectaciones al propietario de un terreno de cuatro hectáreas al iniciar trabajos de construcción en el inmueble de un tramo de la nueva carretera Pachuca - Huejutla sin el pago de la indemnización correspondiente, Fredy Francisco Aguilar Pérez, juez federal tercero de distrito en el estado de Hidalgo ordenó de forma provisional la suspensión de los trabajos del revestimiento de la carpeta asfáltica en el lugar.
Es decir que de cierta forma se hace justicia ante la incompetencia y obtusa mirada de un gobierno que busca afanosamente realizar un tramo carretero cueste lo que cueste sin tomar en cuenta el medio ambiente, la vida de los trabajadores y a los dueños de los predios por los que pasa la red carretera, ya que por quedar bien electoralmente, se han apresurado en las obras.
"Se concede la suspensión provisional al quejoso Juan Hernández Solís, para el sólo efecto de que las autoridades responsables se abstengan de continuar realizando trabajos de revestimiento de carpeta asfáltica en el predio denominado “Rancho San Manuel”, actualmente “Rancho Nuevo”, ubicado en el municipio de Mineral del Monte, Hidalgo, específicamente en el lindero Oriente", consideró el juez.
Ojalá que la suspensión se convierta en algo definitivo y no solo provisional y que el gobierno estatal y federal se dé cuenta de su ineficacia, ineptitud, soberbia y su obtusa visión para entender que sin duda lo que está colapsando, a parte de este tramo carretero, son ellos mismos que no tienen el respaldo de la ciudadanía (por eso compran medios chayoteros) puesto que el pueblo llano y consiente sabe que solo son una caterva de “chapulines” que se han cobijado en el partido morena y peor aun esperan más cargos públicos como si hicieran las cosas bien.
Al menos para muestra basta mirar lo acontecido en esta carretera de la muerte.