En un movimiento sorprendente, el presidente Andrés Manuel López Obrador decretó la nacionalización y ocupación inmediata de la planta productora de hidrógeno U-3400, situada en la refinería de Tula, Hidalgo. Esta planta había sido vendida en 2017 por el gobierno de EPN a la empresa Air Liquide por 52 millones 700 mil dólares. La decisión, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), establece que la planta ahora deberá suministrar hidrógeno para la producción de gasolinas y diésel.
El decreto oficial declara de utilidad pública el suministro de hidrógeno de la planta U-340, ubicada en las instalaciones de la petrolera estatal. "Se ordena la ocupación temporal inmediata a favor de Pemex Transformación Industrial (Pemex TRI) como empresa productiva del Estado subsidiaria de Pemex," indica el documento. Pemex TRI será responsable de cubrir con su presupuesto autorizado el monto de la indemnización determinado por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales.
Según el decreto, en un plazo de 10 días hábiles después de emitido, los responsables jurídicos de Air Liquide pueden acudir al procedimiento judicial solo para controvertir el monto de la indemnización. El gobierno federal argumenta que la ocupación temporal es necesaria para imponer al interés público sobre la propiedad privada, fomentando el desarrollo económico y protegiendo los derechos de los ciudadanos.
La planta, bajo control de la firma francesa desde 2017, surtía hidrógeno a Pemex como parte de un acuerdo de asociación para reducir costos durante 20 años. El gobierno federal justifica la expropiación argumentando que mejorará los márgenes de refinación de Pemex TRI y contribuirá a la soberanía energética nacional, ya que los pagos realizados por la empresa estatal por el gas se han encarecido.