Julio Gálvez
En Hidalgo, la sombra del sexenio de Murillo, coincidente con el de Salinas de Gortari, marcó el inicio de lo que se conoce como el "capitalismo de cuates". Bajo el lema del "Nuevo PRI", se buscó erradicar la influencia del grupo político de Don Javier Rojo Gómez, heredero de los principios del reparto de tierras agrarias postrevolucionarias.
Desde entonces, el gobierno hidalguense fue tomado como rehén por una clase política que, en su afán de enriquecimiento, se vinculó estrechamente con empresarios corruptos y utilizó prestanombres para lucrar a expensas del poder. Este cambio llevó al PRI a una degradación, olvidando sus ideales, raíces y favoreciendo a los mismos políticos durante décadas.
La traición a las nuevas generaciones se evidenció con la migración de la clase política corrupta del neoliberalismo al abrazo de Morena. Figuras como Osorio Chong, Fayad y Murillo hallaron refugio en el partido, consolidando su influencia a través de Caballos de Troya en áreas clave como la Secretaría de Educación Pública, la presidencia de Morena en Hidalgo y diversas dependencias.
La política de "aspiracionismo" en lugar de servicio público definió a estos traidores, como se observa en la ascensión de figuras como Omar Fayad, premiado con una embajada por haber traicionado a su partido, y Francisco Olvera, quien ahora juega dominó con morenistas del gobierno de Hidalgo y se dice ciudadano.
Incluso grupos que anteriormente atacaban a Menchaca, como es el caso del grupo político del súper delgado Abraham Mendoza Zenteno (que le abrió las puertas a grupo universidad en Morena), ahora se alía con el gobernador, revelando su lamebotismo y alianzas en juego.
La disciplina hacia AMLO en la izquierda para que ocurriera la democracia en Hidalgo y no sucediera lo de Coahuila, donde el PRI se alzó con el triunfo, contrasta con la traición sufrida, donde las bases fueron relegadas por el gobierno de Menchaca en favor de viejas élites y sus juniors. Líderes de izquierda como el Dr. Patiño y Pablo Vargas, fueron marginados con ofertas de puestos de quinta para desactivar su influencia.
El gobernador Menchaca, inmerso en la dinámica del PRIMOR, podría enfrentar la traición por la misma clase política que ahora le hace la barba y que ha debilitado a la izquierda, para preservar su poder. En su tercer año, la estocada final podría provenir de los mismos que una vez fueron aliados con la intención de liquidar el movimiento de AMLO.
En un contexto de cambio democrático en Hidalgo, los exgobernadores y la clase política buscan preservar sus privilegios, incluso dentro de Morena, lo que resulta en la discriminación de la verdadera izquierda, aplicando el gatopardismo donde todo cambia para seguir igual.
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Pd. Monreal, fue gente de Murillo Karam, visitó Hidalgo en varias ocasiones para trabajitos que le pedía el exgobernador, ahora preso por el gobierno AMLO.
Monreal, es muy amigo también de Carlos Imaz (otro murillista), por el tema de las ligas de Bejarano.