El PRI Hidalgo, bajo el control de Carolina Viggiano continúa situándose en el espectro político de la derecha y las clases privilegiadas.
Julio Gálvez.
La presencia de Carolina Viggiano como secretaria general del PRI ha generado un debate importante sobre la dirección que ha tomado el partido en Hidalgo. Algunos críticos argumentan que, en lugar de revitalizar y fortalecer al partido, Viggiano ha perpetuado una tendencia preocupante: el "capitalismo de cuates”.
Esta práctica, que se ha observado desde el sexenio de Murillo Karam y se ha arraigado en el PRI, implica el control y el beneficio de un grupo selecto de políticos y empresarios que mantienen sus privilegios a costa de la renovación política y la formación de nuevos líderes con ideales, valores y principios sólidos, como ahora sucede en Morena Hidalgo.
En el pasado, el PRI fue un partido que se identificaba con la izquierda gracias a las políticas del reparto de tierras de Javier Rojo Gómez, pero a lo largo del tiempo, ha dado un giro hacia posiciones más conservadoras, priorizando los intereses de una clase política acomodada en lugar de representar genuinamente a la población. Esta transformación ha llevado a una pérdida de identidad y de confianza por parte de muchos ciudadanos hacia el partido tricolor.
En este contexto, surge una pregunta importante: ¿debe el PRI en Hidalgo buscar su transformación y abrirse a políticos y ciudadanos con una verdadera ideología de izquierda? La aparición de Morena en la región, que ha atraído a exmiembros del PRI y de otros partidos, sugiere que hay un espacio para un enfoque político más progresista.
Para que esta transformación sea posible, es crucial que la actual lideresa, Carolina Viggiano, permita una apertura en el partido y se aleje del control que ha ejercido. La eliminación de una clase política de "chapulines" que cambian de partido según sus intereses personales es un paso necesario para recuperar la confianza y la credibilidad en el PRI.
El partido enfrenta un desafío crucial en su búsqueda por recuperar su identidad original y representar los ideales de izquierda. El futuro del PRI en Hidalgo dependerá de su capacidad para adaptarse a las demandas y aspiraciones de la población, superando la inercia de los privilegios y el "capitalismo de cuates."
En estos tiempos en donde la mayoría de la clase política traidora y sin ideales ha decidido brincar a Morena en Hidalgo en la búsqueda de sus privilegios, es una buena oportunidad para la transformación del PRI.
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Pd. El progresismo es la corriente que requiere Hidalgo para romper con el capitalismo de cuates, ante el retraso histórico del Estado.
El humanismo que impulsa AMLO, es importante, pero Hidalgo lleva 94 años gobernado por la misma forma de pensar y hacer política, hundiendo a nuestro Estado en el retraso, por lo que se requiere de una revolución de las consciencias para impulsar el cambio verdadero de nuestra sociedad.
También impide la transformación del PRI, el hecho de que el sobrino de Viggiano se desempeña como director de Radio y TV de Hidalgo en el nuevo gobierno de Morena; así mismo, algunos parientes de la secretaria general andan diciendo que serán candidatos del partido guinda en Tepehuacan de Guerrero.
