Por Julio Gálvez.
En el trasfondo de su gestión como gobernador de Hidalgo, Francisco Olvera ha sido objeto de señalamientos persistentes relacionados con actos de corrupción que, al salir de su cargo, lo dejaron en medio de controversias y cuestionamientos sobre la gestión de recursos públicos. En ese contexto, una investigación reveladora puso al descubierto los denominados "pellizcos" que Olvera habría dado al erario público durante su mandato.
Ahora, en un giro inesperado, Francisco Olvera regresa a la escena política acompañado por Carolina Viggiano, secretaria general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), para la formación de una agrupación que se autodenomina "Puntos de Encuentro". Esta iniciativa, supuestamente ciudadana, ha levantado críticas y escepticismo, ya que se percibe como un intento de rescatar a figuras políticas tradicionales vinculadas al PRI, incluyendo lo que coloquialmente se conoce como "dinosaurios" y sus "juniors" o aquellos que han hecho de la política su forma de vida.
Es importante destacar que el resurgimiento de Francisco Olvera en la arena política no solo ha avivado las críticas por presuntos actos de corrupción, sino que también ha reabierto la discusión sobre su pasado como porro universitario. Durante su tiempo en la Universidad Autónoma del Estado Hidalgo, Olvera fue vinculado con acciones que buscaron imponer la violencia como herramienta política, formando parte de una generación que dejó una huella controvertida en la historia de la institución educativa por su presencia en la conocida FEUH.
La participación de Olvera en la agrupación "Puntos de Encuentro" genera interrogantes sobre la autenticidad de la propuesta ciudadana y plantea desafíos éticos y de credibilidad para quienes buscan liderar este nuevo proyecto político.
La ciudadanía, por su parte, observa con cautela, risas y espera respuestas claras ante las acusaciones previas que pesan sobre el exgobernador de Hidalgo que ahora es muy ciudadano 🤣
