Julio Gálvez.
En la compleja trama política de Hidalgo, la percepción de cambio en la sociedad se encuentra intrínsecamente ligada al papel desempeñado por los medios de comunicación. Estos, bajo el esquema del capitalismo de cuates que prevalece, a menudo sirven como legitimadores de políticos que, al acceder al poder, encuentran en él una ruta para la riqueza, aliándose con empresarios y prestanombres corruptos.
Dentro de este sistema, los medios son actores clave. Reciben el denominado "chayote", una suerte de financiamiento a cambio de elogios al gobierno de turno, convirtiéndose en amplificadores del discurso oficial, carentes de análisis crítico independiente.
Durante años, los medios hidalguenses estuvieron subyugados al chayote del PRI. Sin embargo, en tiempos recientes, muchos de estos medios han virado su apoyo hacia Morena. Paradójicamente, el partido que buscaba romper con las prácticas priistas ha heredado, al menos en materia de comunicación social, ciertas dinámicas.
Medios de derecha, como "El Sol" del empresario priista Vázquez Raña y "Criterio", irónicamente apodado "priterio", actualmente elogian a Morena. Este fenómeno pone de manifiesto la flexibilidad de los medios para alinearse con los intereses del poder de turno, tal como Omar Fayad hizo en el ámbito político en Hidalgo.
En este contexto, la libertad de expresión se erige como pilar fundamental para la existencia de la democracia. La diversidad de ideologías y líneas editoriales, como la representada por Nuevo Gráfico, adquiere una importancia crucial. Este medio ha persistido en su función crítica a través de los cambios de gobierno, proporcionando un espacio para la opinión pública independiente. Por lo anterior, políticos sin ideales tienen que promocionarse en los medios de derecha 🤣
Esto destaca la necesidad de un periodismo que, más allá de compromisos partidistas, priorice la rendición de cuentas y la verdad. En última instancia, la salud democrática de Hidalgo dependerá en gran medida de la capacidad de los ciudadanos para discernir entre la retórica oficial y la información crítica proporcionada por medios comprometidos con el interés público.
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Pd. En este artículo me refiero a los dueños de los medios de comunicación (casi todos priistas) como los titulares del chayote, no a los periodistas que sabemos que realizan su trabajo a diario con las limitaciones incluso económicas que existen.
En la fotografía observamos al encargado de comunicación social del gobierno de Hidalgo, amigo de los medios de derecha.
