Julio Gálvez.
En el ámbito político de Hidalgo, es innegable que se ha implementado una estrategia que recuerda al "gatopardismo", un término derivado de la famosa novela "El Gatopardo" de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Esta estrategia se caracteriza por aparentar un cambio significativo, pero en realidad, se trata de mantener el statu quo y proteger los intereses de la clase política privilegiada, traicionando a quienes buscan una verdadera transformación.
En este contexto, el gobierno de Julio Menchaca en Hidalgo ha sido objeto de críticas por seguir los pasos de su predecesor, Omar Fayad. Se alega que, en lugar de emprender una lucha genuina contra la corrupción y el abuso de poder, se ha optado por una simulación que involucra la detención de políticos de poca monta. Esto, en lugar de abordar a los verdaderos responsables de los presuntos saqueos al erario público, quienes parecen estar protegidos por el mismo gobierno.
La realidad es que, a pesar de las promesas de cambio, en el gobierno de Hidalgo siguen asignándose contratos a individuos y empresas vinculados a la administración anterior de Fayad, en diversas secretarías y áreas gubernamentales como lo ha demostrado este medio de comunicación con varias investigaciones. Esto plantea interrogantes sobre la verdadera voluntad del gobierno de Menchaca para combatir la corrupción y fomentar la transparencia.
La estrategia de detener a políticos de menor influencia con el propósito de desviar la atención de los grandes saqueos de Fayad y la protección de figuras políticas importantes ha llevado a una creciente percepción de que la transformación real en Hidalgo sigue siendo elusiva. Los ciudadanos que esperaban un cambio significativo pueden sentirse decepcionados al ver que las prácticas de siempre persisten, en detrimento de la rendición de cuentas y la justicia.
En última instancia, para que la verdadera transformación ocurra en Hidalgo, se requerirá un esfuerzo genuino por parte de las autoridades para abordar la corrupción en todos los niveles y asegurarse de que los responsables rindan cuentas, sin importar su posición política o influencia. El gatopardismo no puede ser la norma si se busca un cambio auténtico y significativo en la política de la región.
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En las fotografías observamos hombres y mujeres que tienen los ideales de la 4T, pero sobre todo ideales de izquierda.
Se demuestra también la existencia de la mafia del poder hidalguense, protegida por el sistema del capitalismo de cuates que impera en Hidalgo.
Ahora, que dirá Fayad, ¿Nuvia es la interlocutora de los expriistas, caciques y corruptos en la 4T? 🤣
