Se quejaban del PRI y ahora Morena resultó lo mismo, ya que compite con los mismos de siempre y sólo utilizó los cursos de formación política para legitimar a parásitos de la sociedad.
Jorge Montejo
El panorama político en Hidalgo se encuentra en un punto de inflexión, donde la lealtad partidaria parece ceder ante la ambición personal de algunos funcionarios y oportunistas. Bajo el estandarte de Morena, se ha observado una serie de movimientos que han generado interrogantes y críticas en torno a la verdadera vocación de servicio de ciertos actores políticos en el estado.
Uno de los ejemplos más destacados es el de SiMey Olvera, actual Secretaria de Desarrollo de Hidalgo. A pesar de su escasa producción legislativa y la falta de reformas trascendentales aprobadas como diputada federal, Olvera se ha lanzado como aspirante al Senado de la República. Su carrera política ha sido impulsada por figuras prianistas como Israel Félix y Xóchitl Gálvez, gracias al oportunismo político se ha visto beneficiado por el efecto López Obrador.
Lisset Marcelino Tovar, diputada local, es otra figura que ha generado controversia al inscribirse como aspirante al Senado en Hidalgo. Su apoyo a presuntos agresores sexuales de menores y la falta de reformas aprobadas, la ha llevado a saltar de un puesto a otro dentro de Morena, a pesar de que los estatutos de dicho partido indican lo contrario. Estos movimientos levantan preguntas sobre su compromiso real con la militancia y su verdadera vocación de servicio público.
Otro personaje que se inscribió al senado y tiene una escasa o nula producción legislativa es la diputada Sharon Macotela, que considera tener la capacidad para ocupar una curul como senadora, cuando ha protagonizado diversos escándalos en el congreso de Hidalgo, que ahora los piensa hacer en el Congreso de la Unión.
Además, personajes como Susana Ángeles, que llegaron al poder en Hidalgo gracias al efecto "López Obrador", han llamado la atención por su falta de méritos propios. El gobierno municipal que ha representado en Tizayuca ha estado plagado de problemas y manifestaciones en su contra que han llegado hasta la puerta del gobierno estatal. Estas situaciones arrojan dudas sobre la capacidad de algunos funcionarios para gestionar de manera efectiva.
Cuauhtémoc Ochoa, actual diputado federal, del grupo de Osorio Chon, busca dar el salto al Senado de la República, a pesar de su baja producción legislativa. Estos movimientos de actores políticos que buscan cargos de elección popular con un historial limitado en términos de logros y resultados generan interrogantes sobre sus verdaderas motivaciones.
De la misma forma, buscan la reelección en el senado de la república Navor Rojas y María Merced, quienes brillan en el Congreso por su falta de producción legislativa.
Esta situación no es exclusiva de unos pocos casos aislados. Un gran número de funcionarios que recientemente se unieron a Morena con el gobierno de Julio Menchaca, y que apenas llevan un año en sus cargos, ya están buscando cargos de elección popular sin renunciar a sus puestazos. Esto plantea la pregunta de si su compromiso radica en servir a la ciudadanía o simplemente en ocupar posiciones de poder.
La ambición personal y el oportunismo político son fenómenos comunes en la política hidalguense, pero es fundamental que los actores políticos se comprometan genuinamente con el servicio público y trabajen en beneficio de la sociedad. En un momento en que la confianza de la ciudadanía en los políticos está en juego, estos movimientos pueden tener repercusiones significativas en el panorama político de Hidalgo.
Uno de los ejemplos más destacados es el de SiMey Olvera, actual Secretaria de Desarrollo de Hidalgo. A pesar de su escasa producción legislativa y la falta de reformas trascendentales aprobadas como diputada federal, Olvera se ha lanzado como aspirante al Senado de la República. Su carrera política ha sido impulsada por figuras prianistas como Israel Félix y Xóchitl Gálvez, gracias al oportunismo político se ha visto beneficiado por el efecto López Obrador.
Lisset Marcelino Tovar, diputada local, es otra figura que ha generado controversia al inscribirse como aspirante al Senado en Hidalgo. Su apoyo a presuntos agresores sexuales de menores y la falta de reformas aprobadas, la ha llevado a saltar de un puesto a otro dentro de Morena, a pesar de que los estatutos de dicho partido indican lo contrario. Estos movimientos levantan preguntas sobre su compromiso real con la militancia y su verdadera vocación de servicio público.
Otro personaje que se inscribió al senado y tiene una escasa o nula producción legislativa es la diputada Sharon Macotela, que considera tener la capacidad para ocupar una curul como senadora, cuando ha protagonizado diversos escándalos en el congreso de Hidalgo, que ahora los piensa hacer en el Congreso de la Unión.
Además, personajes como Susana Ángeles, que llegaron al poder en Hidalgo gracias al efecto "López Obrador", han llamado la atención por su falta de méritos propios. El gobierno municipal que ha representado en Tizayuca ha estado plagado de problemas y manifestaciones en su contra que han llegado hasta la puerta del gobierno estatal. Estas situaciones arrojan dudas sobre la capacidad de algunos funcionarios para gestionar de manera efectiva.
Cuauhtémoc Ochoa, actual diputado federal, del grupo de Osorio Chon, busca dar el salto al Senado de la República, a pesar de su baja producción legislativa. Estos movimientos de actores políticos que buscan cargos de elección popular con un historial limitado en términos de logros y resultados generan interrogantes sobre sus verdaderas motivaciones.
De la misma forma, buscan la reelección en el senado de la república Navor Rojas y María Merced, quienes brillan en el Congreso por su falta de producción legislativa.
Esta situación no es exclusiva de unos pocos casos aislados. Un gran número de funcionarios que recientemente se unieron a Morena con el gobierno de Julio Menchaca, y que apenas llevan un año en sus cargos, ya están buscando cargos de elección popular sin renunciar a sus puestazos. Esto plantea la pregunta de si su compromiso radica en servir a la ciudadanía o simplemente en ocupar posiciones de poder.
La ambición personal y el oportunismo político son fenómenos comunes en la política hidalguense, pero es fundamental que los actores políticos se comprometan genuinamente con el servicio público y trabajen en beneficio de la sociedad. En un momento en que la confianza de la ciudadanía en los políticos está en juego, estos movimientos pueden tener repercusiones significativas en el panorama político de Hidalgo.
