Morena traicionó a la izquierda para conservar privilegios de expriistas y caciques en Hidalgo.



Tiempos de Cambio y Desilusión en Hidalgo: Entre la Cuarta Transformación y el Gatopardismo.

Julio Gálvez.

En las elecciones pasadas de gobernador en Hidalgo, se vivió un momento crucial en la historia política del estado. La izquierda se unió de manera disciplinada al movimiento liderado por el presidente AMLO y su partido, Morena. El objetivo era claro: evitar la división de las fuerzas progresistas y lograr un cambio democrático que Hidalgo anhelaba, evitando así el desenlace ocurrido en Coahuila, donde el PRI retuvo el poder.

Esta alianza de la izquierda con Morena generó una gran expectativa entre la población hidalguense. Por primera vez, se vislumbraba la posibilidad de una transformación real en el estado, una oportunidad para romper con las viejas prácticas políticas y alcanzar un gobierno más transparente y comprometido con el bienestar de la sociedad.

Sin embargo, una vez que se alcanzó la victoria en Hidalgo, comenzaron a surgir las señales de alarma. Algunos expriistas que habían migrado a Morena traicionaron la causa de la izquierda en un intento por conservar su privilegios. Esta traición a los principios que habían prometido defender no pasó desapercibida para la ciudadanía.

Lo que siguió fue una estrategia política que ha sido llamada "gatopardismo". Bajo la apariencia de una transformación, en realidad se buscaba mantener el statu quo y los privilegios de potentados a través de sus juniors. La retórica del cambio se convirtió en un disfraz para preservar los intereses de quienes se apoderaron del gobierno para volverse millonarios al amparo del poder.

Esta situación ha generado una profunda desilusión entre los ciudadanos de Hidalgo. Aquellos que creyeron en la posibilidad de un cambio genuino ahora se sienten defraudados. Los medios de comunicación, que en el pasado apoyaron al PRI, han cambiado su lealtad y ahora respaldan a Morena, lo que refleja una dinámica política preocupante. Estamos reviviendo tiempos similares a los del año 2000, cuando la llegada de Vicente Fox a la presidencia generó expectativas de cambio que no se cumplieron.

En este contexto, es fundamental que la ciudadanía de Hidalgo mantenga un espíritu crítico y exija a sus líderes que cumplan con las promesas de transformación. El verdadero cambio democrático solo se logrará si se abandona el gatopardismo y se priorizan los intereses de la población por encima de los privilegios políticos. Hidalgo merece un futuro mejor, y solo mediante una participación ciudadana activa y consciente se podrá alcanzar ese anhelado cambio.

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En la foto podemos observar al secretario de educación pública de Hidalgo, Gargamel Castrejon, amigo de Osorio Chong.