La monitorización de las primeras etapas del agujero de ozono sobre el Polo Sur en 2023 por parte del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS) ha detectado un desarrollo ligeramente más temprano. Unos valores más bajos de la columna de ozono en comparación con los 43 años anteriores de observaciones por satélite, junto con otros indicadores clave, marcan un comienzo temprano del desarrollo del agujero de ozono este año.
Sin embargo, la evolución observada durante la última semana y la previsión del CAMS para los próximos días muestran que la situación se va acercando a la media. El desarrollo más temprano posiblemente está relacionado con el impacto que tuvo la erupción en enero de 2022 del volcán Hunga-Tonga-Hunga Ha'apai en la composición de la atmósfera superior. Está por determinar si provocará un mayor agotamiento de la capa de ozono y un agujero mayor de lo habitual en 2023.