Dos mujeres, un camino.



Todo parece indicar que, en las elecciones del 2024 en México, las principales contendientes serán dos mujeres: Xóchitl Gálvez, hoy responsable de la construcción del Frente Amplio por México (FAM) desde la oposición, y Claudia Sheinbaum, por morena, el partido en el poder. Ambas son ingenieras: Gálvez, en computación con especialidad en robótica, inteligencia artificial, edificios inteligentes, sustentabilidad y ahorro de energía; Sheinbaum, licenciada en física con doctorado en ingeniería energética. Ambas han hecho carrera en el servicio público. Ambas han sido jefas delegacionales. Ambas hoy se perfilan rumbo a la presidencia del país como las primeras mujeres con grandes posibilidades de ostentar el cargo.

Las carreras de ambas en el servicio público distan mucho de tener paralelos, dados los escándalos de negligencia y corrupción que enturbian la trayectoria de Sheinbaum –la tragedia del Colegio Rébsamen y el derrumbe de la Línea 12 del Metro–, y el inicio de la travesía de ambas rumbo a la presidencia es también diametralmente opuesto. A pesar de que los procesos autorizados por el INE para la designación de sus perfiles desde sus trincheras políticas han transcurrido de manera casi simultánea, ya permiten vislumbrar los valores que cada una de las candidatas va a representar de cara a la contienda del próximo año.

Desde sus inicios en la vida pública del país, Xóchitl Gálvez ha transitado gracias a su habilidad para sobreponerse a los retos con resiliencia, capacidad de adaptación e independencia, incluso en relación a todos los partidos políticos. Su capacidad para conciliar le ha permitido ser interlocutora con todas las fuerzas politicas del país. Y, justo esa independencia, aunada a su desparpajada honestidad, alegría y capacidad de conciliación la ha posicionado en la simpatía de cierto sector ciudadano.

Por el contrario, Claudia Sheinbaum ha llevado su carrera política de la mano de Andrés Manuel López Obrador. A él le debe su designación y posterior postulación a la presidencia de la República, a pesar de la simulación de un “proceso democrático”. Es el presidente quien le dice con qué medios hablar y cuándo guardar silencio.

Quien marcó su mandato como jefa de gobierno, reproduciendo en sus propias conferencias las manifestaciones de López Obrador en las mañaneras. Sheinbaum ha prometido la continuidad del gobierno obradorista en caso de resultar elegida como presidenta. No hay diferencia entre los proyectos y formas de ejercer el poder del presidente y de Claudia Sheinbaum.

Aunque no hay que descartar el papel que decidirá jugar Marcelo Ebrard en la campaña del 2024. Por que tiene seguidores y ademas si, como ha declarado, insiste en aparecer en la boleta presidencial del 2024, su eventual candidatura no tiene posibilidades reales de ganar pero si podría participar a través de Movimiento Ciudadano y beneficiar a este partido o incluso formar un nuevo movimiento ciudadano como en su momento lo hiciera López Obrador, sí, un nuevo movimiento nacional que busque posicionarse como una fuerza que se vuelva la antitesis del partido morena.

Ahora bien si, por el contrario, recula de esta intención y permanece en morena, sería la cuña que apriete a Sheinbaum, ambos a favor de la continuidad del régimen de López Obrador. Pero si decide honrar la autodefinición del hombre “que concilia a las izquierdas” en México, podría sumarse al equipo de Xóchitl Gálvez, en una decisión interesante y temeraria.

Como sea, lo más probable es que quien ejerza la titularidad del poder ejecutivo nacional en México a partir del 2024 será, por mayor probabilidad, una mujer. Una mujer a quien le tocará dar de una vez por todas soluciones al caso de 43 desaparecidos en el caso de Ayotzinapa, Tlatlaya, motines en las cárceles, qué ha ocurrido con tantos desaparecidos y levantones, extorsiones y corrupciónes en el sistema político, asesinatos de periodistas, feminicidios, tráfico de influencias, autoritarismo, impunidad, fosas clandestinas, periodistas asesinados, en fin, en general un territorio ensangrentado que esperemos una mujer pueda componer ya que el genero masculino no ha podido lograrlo y ha dejado mucho que desear hasta ahora.

¿Tú lo crees?... Yo tambien.