¿Cuál amor, Cuál orden, Cuál progreso?



Es de todos los hidalguenses conocido que la llamada “maxima casa de estudios” la UAEH Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo ha sido, al menos hasta hoy en día, una caterva de porros que lograron posicionarse en altas esferas del gobierno en gran medida gracias a ser cercanos a la familia Sosa Castelán.

Muchos personajes de la política hidalguense han formado parte de la “comunidad universitaria” por recordar algunos en los que se encuentran desde gobernadores, rectores, jueces, diputados, en fin los hay y de los más variado: Miguel Ángel Osorio Chong ¿quién no lo recuerda en su “volkswagen Caribe” coonduciendo por las colonias pachuqueñas y después se convertiría en gobernador al igual que Francisco Olvera Ruíz que incluso llego a ser parte de la sociedad de alumnos y por supuesto “bueno para los puños” como era recordado por sus amigos “porros”. Juan Manuel Menes Llaguno que incluso como buen “titere” del amo y señor de la UAEH Gerardo Sosa Castelán, acepto escribir su renuncia como rector acorde a lo que buscaba y era necesario para Gerardo, no sin antes obtener un gran botín de libros que se encuentran en los libreros de su biblioteca particular.

María Marivel Solís Barrera la Secretaría General del Comité Ejecutivo Estatal del partido morena quien fue administradora de la gasolinera Servi-Garza UAEH y de la Librería Universitaria hasta que renunció a los cargos; sin embargo, conserva dos acciones en el Comedor Integral Universitario, de acuerdo con el Registro Público del Comercio.

En fin, la lista es larga e interesante al encontrar muchos nombres de personas que influyen en nuestra política estatal. La pregunta obligada sería ¿Y entonces todos ellos han sido insignes personas que han ayudado a la sociedad? Lamentablemente, no. En realidad se han ayudado ellos de la sociedad para escalar hacia el poder.

Prueba de su cerrazón y obtusa forma de pensar, como siempre de forma cretina, insolente y arbitraria contra la comunidad estudiantil; ha acontecido en el Instituto de Artes (IDA) el cual se ha visto afectado por la falta de ayuda del rector Octavio Castillo Acosta que da pena ajena por ser un probre diablo que no auxilia ni ha logrado absolutamente la ansiada negociación.

El pasado martes 19 de septiembre el lema positivista de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) quedó despojado de todo significado cuando estudiantes y padres de familia fueron agredidos en el edificio central de la institución, en el corazón de la capital, Pachuca, cuando mantenían una manifestación en sus instalaciones.

El conflicto venía de tres semanas atrás, con la protesta en el Instituto de Artes, en la que los estudiantes exigían que la directora, María Teresa Paulín Ríos fuera destituida. Al no recibir respuestas, los alumnos y padres se trasladaron al emblemático edificio de Abasolo, donde fueron agredidos por un grupo de personas, entre las que había trabajadores de la universidad.

Las imágenes grabadas por medios locales, transmitidas en redes sociales y compartidas por personas que estaban en el lugar, dieron cuenta de la violencia con la que un grupo de hombres armados con tubos, sillas y demás objetos entraron al edificio y se enfrentaron con los estudiantes. Era de esperarse, si saben las autoridades universitarias sobre añejas practicas “porriles” son justamente ellos empezando por su máximo lider Gerardo Sosa Castelán que escalo poco a poco la política estatal y para mayores referencias basta leer el libro “La Sosa Nostra” del escritor Alfredo Rivera Flores.

La imagen de una madre de familia con la cara llena de sangre se compartió rápidamente, seguida de las escenas donde hombres adultos golpean a estudiantes, mientras algunos jóvenes lograban sacar de las instalaciones “la garza” de Abasolo, el símbolo universitario desde su fundación el cual, por cierto, tiene una peculiar historia de como fue a parar a la fuente del edificio central de Abasolo y no me refiero a la leyenda estilo Walt Disney para infantes, sino a la verdadera historia en la que fue robada esta garza y depositada en la fuente ¡ah!… ¿pero quíen la robo? Pues quien más Gerardo Sosa Castelán y sus esbirros en aquellos años porriles.

La comunidad estudiantil ha solicitado la mediación del gobernador Julio Menchaca, para solucionar el conflicto, tras la negativa de la rectoría de tomar acciones con respecto a las solicitudes del movimiento, como la remoción de María Teresa Paulín Ríos, o la del líder del consejo estudiantil Esteban Rodríguez.

“Manifiesto mi disposición de participar en los mecanismos de resolución del conflicto”, ha respondido el gobernador.

Estaremos atentos a lo que suceda y por supuesto esto marcará un parteaguas en el que quizá y de una vez por todas se extinga “La Sosa Nostra” de una vez por todas.

¿Tú lo crees?.... Ojalá que sea así.