Grupo Universidad perdió el control del Congreso desde 2018.



Julio Gálvez

En el año 2018, el Grupo Universidad logró un hito político al asegurar la mayoría de diputados en el Congreso de Hidalgo, capitalizando el efecto AMLO que caracterizó ese periodo. Esta victoria electoral les permitió ejercer un influjo considerable sobre la toma de decisiones en esta entidad federativa. No obstante, su dominio llegó a su fin en ese mismo año, debido a una serie de estrategias jurídicas.

La clave de su éxito inicial fue su astuta lectura de los tiempos políticos. Aprovechando la ola de popularidad del entonces recién electo presidente, Andrés Manuel López Obrador, el Grupo Universidad logró granjearse el apoyo del electorado hidalguense. La consecuencia directa de esta estrategia fue la obtención de una mayoría sustancial en el Congreso local, asegurando así una posición de poder y control en la toma de decisiones legislativas.

Sin embargo, como dicen, todo lo que sube, debe descender en algún momento. El declive del Grupo Universidad en el Congreso de Hidalgo encuentra sus raíces en la pérdida del control de la junta de gobierno durante los tres años consecutivos. Este hecho fue fundamental para desintegrar su mayoría y, por ende, la capacidad de influencia que pudieron tener.

La junta de gobierno del Congreso de Hidalgo adoptó una dinámica rotativa a partir de 2018, compartiendo el poder legislativo entre los tres partidos que habían recibido mayor respaldo en las elecciones. Este enfoque de alternancia resultó en una división del control gubernamental y marcó el fin del corto predominio del Grupo Universidad en esa institución.

Un giro sorprendente ocurrió cuando uno de los diputados que ya había votado en sesión entregarle a Grupo Universidad el gobierno del Congreso de Hidalgo por los 3 años, no firmó el acta correspondiente, por lo que, a pesar del respaldo de los diputados de Morena, esta omisión llevó a una pérdida crucial para el grupo, al permitir que la junta de gobierno fuese asumida por otros partidos.

Esta estrategia, le permitió a la ciudadanía desde la iniciativa privada, impulsar diversas reformas fundamentales en la pasada legislatura como lo fue la interrupción legal del embarazo, el derecho a un mínimo vital, la prohibición en el uso de popotes, bolsas de plástico y unicel, entre otras que inclusive votó en contra el mismo Grupo de la UAEH.

En resumen, el Grupo Universidad, que alguna vez celebró tener la mayoría del poder legislativo en el Congreso de Hidalgo gracias a su oportunismo político, cedió su posición privilegiada debido a la rotación en el control del gobierno de la junta. Este giro de eventos ejemplifica cómo la política es un juego dinámico, donde las estrategias deben evolucionar constantemente para mantenerse en la cúspide del poder.