En un movimiento que ha generado controversia y debate dentro del partido, Morena en Hidalgo ha emprendido la tarea de llevar a cabo cursos de formación política para aspirantes a presidentes municipales y diputados. Sin embargo, detrás de esta iniciativa se esconde una estrategia que ha suscitado críticas y cuestionamientos.
La propuesta de cursos de formación política no es en sí misma un hecho inusual, ya que varios partidos políticos han recurrido a esta táctica para preparar a sus futuros líderes y legisladores. Sin embargo, en el caso de Morena en Hidalgo, estas sesiones de capacitación han desatado suspicacias y especulaciones debido a su contexto particular.
La preocupación radica en que algunos de los participantes de estos cursos son antiguos militantes del PRI que, con el objetivo de conservar sus privilegios políticos, han migrado a Morena a través de lo que se ha denominado "gatopardismo". El término hace referencia a la famosa cita "cambiar todo para que nada cambie" del libro "El Gatopardo", y sugiere que si bien aparentemente se está produciendo un cambio, en realidad se están manteniendo intactas las estructuras y jerarquías de poder.
La intención de legitimar a estos expriistas a través de la participación en los cursos de formación política ha generado un profundo debate interno en Morena. Algunos miembros argumentan que la apertura a estos antiguos caciques del PRI podría debilitar los principios de la lucha contra la corrupción y la regeneración política que son fundamentales para el partido.
Se ha planteado la pregunta sobre si esta estrategia busca verdaderamente formar a nuevos líderes políticos o si más bien se trata de una táctica de legitimación encubierta en donde solamente
se encuentran usando a la gente que tiene aspiraciones para legitimar a los mismos privilegiados de siempre.