La visión de un Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec se presenta como una solución potencialmente revolucionaria en el ámbito del transporte y el comercio marítimo en México. Esta monumental obra, que incluye la modernización de los puertos de Salina Cruz, Oaxaca y Coatzacoalcos, Veracruz, pretende agilizar y optimizar el transporte de mercancías entre el Océano Pacífico y el Golfo de México, lo que podría tener un impacto significativo en la economía del país.
La propuesta busca impulsar la conectividad entre ambos océanos y afrontar los desafíos logísticos y comerciales que enfrenta México. Mediante la creación de 9 estaciones de pasajeros, 7 laderos, 2 estaciones de abastecimiento, 7 talleres, 4 patios, un centro único de control y despacho, así como 2 cocheras, se espera no solo mejorar la infraestructura, sino también dinamizar la economía de 79 municipios en total, beneficiando a 49 municipios de Oaxaca y 33 de Veracruz.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha destacado la importancia de este proyecto al afirmar que el Corredor Interoceánico del Istmo generará empleos y bienestar para la población local a través de 10 parques industriales que se instalarán a lo largo de la ruta. Cada parque, con un promedio de 300 hectáreas, se espera que atraiga a diversas empresas, creando oportunidades laborales y fomentando la inversión.
Este corredor no solo tiene el potencial de potenciar la economía mexicana a nivel local, sino que también podría desempeñar un papel a nivel internacional. El presidente López Obrador incluso ha planteado que en situaciones especiales y debido a diversos factores, el Corredor Interoceánico del Istmo podría servir como una alternativa al Canal de Panamá. La idea es que, en caso de problemas como la reducción del calado debido a la sequía en el Canal de Panamá, el Corredor del Istmo podría ofrecer una ruta comercial alternativa, diversificando las opciones de transporte y evitando posibles obstáculos en el comercio mundial.
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec se erige como una oportunidad única para modernizar y transformar la infraestructura logística y comercial de México. Al unir los océanos Pacífico y Atlántico de manera eficiente y efectiva, y al impulsar la reactivación económica y el empleo en la región, este ambicioso proyecto tiene el potencial de redefinir el comercio marítimo y mejorar la posición de México en el escenario global. Con su implementación en marcha y un futuro prometedor, el Corredor Interoceánico del Istmo podría ser un catalizador para el crecimiento económico y el desarrollo sostenible del país.