Se trata de las primeras empresas en completar un proceso de aprobación de varios pasos para la llamada carne cultivada, que se deriva de una muestra de células de ganado alimentadas y cultivadas en recipientes de acero.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) determinó que el alimento es seguro para el consumo.
Con estas aprobaciones, Estados Unidos de América se convertirá en el segundo país —después de Singapur—, en permitir la venta de este tipo de productos.