Julio Gálvez
Desde los sexenios de Salinas y Murillo Karam en adelante, se implementó el neoliberalismo a la mexicana, académicamente conocido como capitalismo de cuates en Hidalgo.
El fenómeno del capitalismo de cuates, una forma de nepotismo y corrupción que privilegia a un grupo selecto de empresarios cercanos al poder político, ha dejado una marca preocupante en el estado de Hidalgo. Bajo el sexenio de Murillo Karam, la consolidación de este sistema tuvo como consecuencia la expulsión del Grupo Huichapan, un grupo político liderado por Javier Rojo Gómez y encargado del reparto de tierras en la reforma agraria. Este evento revela los vínculos turbios entre el poder político y los intereses económicos, dejando en evidencia las consecuencias negativas para la sociedad hidalguense.
Durante el sexenio de Murillo Karam, Hidalgo fue testigo de la implementación de un sistema conocido como el "capitalismo de cuates". Bajo esta dinámica, un grupo selecto de empresarios afines al poder político se benefició de contratos y oportunidades económicas, generando desigualdades y perpetuando la corrupción en el estado.
En este contexto, el Grupo Huichapan, liderado por Javier Rojo Gómez y Jorge Rojo Lugo se erigió como una figura importante en la política de Hidalgo, especialmente en el ámbito del reparto de tierras en la reforma agraria. El Grupo Huichapan, reconocido por su compromiso con las comunidades rurales y su lucha por la justicia agraria, representaba un contrapeso a los intereses económicos de los empresarios cercanos al poder.
Sin embargo, bajo la influencia del capitalismo de cuates, Murillo Karam tomó medidas que resultaron en la expulsión del Grupo Huichapan. Los intereses económicos y las relaciones políticas prevalecieron sobre los ideales de justicia y equidad en la distribución de tierras. Esta expulsión no solo representó una pérdida para las comunidades rurales que dependían de la gestión del Grupo Huichapan, sino que también evidenció la subyugación de la política a los intereses económicos en Hidalgo.
La implementación del capitalismo de cuates en Hidalgo tuvo consecuencias devastadoras para la sociedad. La concentración de poder y riqueza en manos de unos pocos favoreció la desigualdad y limitó las oportunidades para aquellos que no formaban parte del círculo de influencia. Además, la expulsión del Grupo Huichapan puso de manifiesto la falta de transparencia y rendición de cuentas en la toma de decisiones políticas, debilitando aún más la confianza de la ciudadanía en sus líderes.
La implementación del capitalismo de cuates en Hidalgo, evidenciada por la expulsión del Grupo Huichapan bajo el mandato de Murillo Karam y Osorio Chong, refleja una clara conexión entre los intereses económicos y el poder político. Este sistema, basado en el nepotismo y la corrupción, ha tenido consecuencias negativas para la sociedad hidalguense, generando desigualdad y minando la confianza en las instituciones.
Es esencial que los ciudadanos de Hidalgo permanezcan en la búsqueda de los ideales en la política, para lograr reivindicar a nuestra sociedad ante la implementación e imposición del poder económico sobre el poder político.
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En la primer fotografía podemos observar a Jorge Rojo Lugo y a Gerardo Sosa Castelán, saludándose.
En la segunda fotografía se documenta un segundo momento de la traición al Grupo Huichapan con la imposición de Olvera por parte de Osorio Chon.
