Engañaron al pueblo con la aprobación de la revocación de mandato en Hidalgo.




Julio Gálvez

La revocación de mandato es un tema de vital importancia en la agenda política de México. Desde su promesa durante la campaña presidencial, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha buscado establecer un mecanismo que permita a los ciudadanos evaluar y decidir la continuidad de sus gobernantes. Sin embargo, el Congreso del estado de Hidalgo ha generado controversia al engañar al presidente y a la ciudadanía en relación con la presentación y publicación de la reforma de revocación de mandato.

El término "gatopardismo" es nuevamente aplicable en este contexto, ya que el Congreso de Hidalgo ha recurrido a tácticas engañosas para aparentar cambios y cumplir con las expectativas públicas, sin realmente impulsar una reforma que permita la revocación de mandato.

La situación en Hidalgo tomó un giro inesperado cuando se ventiló públicamente que la reforma de revocación de mandato para el gobernador y presidentes municipales había sido presentada en el Congreso. Esto generó expectativas tanto entre los seguidores del presidente como entre aquellos que respaldan la participación ciudadana en la toma de decisiones políticas.

Sin embargo, resultó ser un engaño, ya que la reforma nunca fue publicada por el Congreso de Hidalgo. Este acto de simulación deja al descubierto una estrategia política basada en el engaño y en el mantenimiento del status quo.

El gatopardismo, en este caso, muestra su rostro más pernicioso, ya que busca perpetuar el poder establecido sin realizar cambios verdaderos. En lugar de abordar la revocación de mandato como un mecanismo de rendición de cuentas y participación ciudadana, el Congreso de Hidalgo ha optado por jugar con las expectativas de la población, alimentando la ilusión de cambio sin realmente llevarlo a cabo.

Este tipo de comportamiento es sumamente preocupante y socava la confianza de la ciudadanía en sus representantes políticos. La falta de transparencia y la manipulación de la información son contraproducentes para la consolidación de una democracia sólida y participativa.

Es fundamental que los ciudadanos estén alerta y exijan a sus representantes un actuar honesto y transparente. No podemos permitir que el gatopardismo político se adueñe de nuestros procesos democráticos, ni que se utilicen tácticas engañosas para simular cambios mientras se preserva el statu quo.

La revocación de mandato es un tema que merece ser tratado con seriedad y responsabilidad. Es necesario que los congresistas asuman su compromiso con la ciudadanía y trabajen en la elaboración de una reforma clara y transparente que permita una verdadera participación ciudadana en la evaluación y continuidad de sus gobernantes.