Julio Gálvez
Desde el sexenio de Murillo Karam se implementó el capitalismo de cuates en Hidalgo, este sistema se agravó durante la administración de Osorio Chong, donde diversos medios de comunicación fueron coptados por el gobierno para ejercer control social.
Hoy en día observamos medios de comunicación sin ideología que apoyaban al PRI y ahora apoyan a morena.
El fenómeno del gatopardismo, descrito por Giuseppe Tomasi di Lampedusa en su obra "El Gato Pardo", refleja la idea de que "todo debe cambiar para que todo siga igual". Lamentablemente, esta noción parece aplicarse al gobierno morenista de Hidalgo, donde a pesar de las promesas de cambio y apertura, se mantiene una estructura de apoyo a los mismos medios de comunicación que operaban durante la época del PRI, al tiempo que se veta y margina a los medios ciudadanos. Esta situación plantea serias interrogantes sobre la verdadera voluntad de transformación democrática en el estado.
A pesar de los cambios políticos y las nuevas expectativas generadas por la llegada del partido Morena al poder, los vínculos entre el gobierno de Hidalgo y los medios de comunicación tradicionales, con raíces profundas en la era priista, parecen inamovibles. Estos medios, que históricamente han estado alineados con los intereses políticos establecidos, siguen siendo beneficiados con contratos publicitarios lucrativos y un acceso privilegiado a la información oficial. A través de estas prácticas, se perpetúa la influencia de estos medios y se dificulta el surgimiento de una prensa más plural y crítica.
El veto a los medios ciudadanos
En contraste con el respaldo brindado a los medios tradicionales, los medios ciudadanos y comunitarios enfrentan numerosos obstáculos y actos de censura en Hidalgo. Estos medios emergentes, que representan voces diversas y ofrecen una perspectiva alternativa a los discursos oficiales, se enfrentan a la falta de recursos económicos y a la ausencia de apoyo institucional. Además, a menudo se les niega el acceso a eventos gubernamentales clave y se les veta en el otorgamiento de publicidad institucional. Esta situación socava la pluralidad informativa y restringe el derecho de los ciudadanos a recibir información diversa y veraz.
La persistencia del gatopardismo en el gobierno morenista de Hidalgo tiene profundas implicaciones para la calidad democrática en el estado. Al respaldar a los mismos medios de comunicación de la época del PRI y vetar a los medios ciudadanos, se limita la posibilidad de un debate público abierto y se restringe el acceso a información veraz y plural. Esto afecta directamente la capacidad de los ciudadanos para tomar decisiones informadas y participar activamente en los asuntos públicos. Además, debilita la rendición de cuentas y abre la puerta a prácticas políticas opacas.
La persistencia del gatopardismo en el gobierno morenista de Hidalgo, en el cual se respalda a los mismos medios de comunicación de la época del PRI y se veta a los medios ciudadanos, es una afrenta a la promesa de cambio y apertura democrática que se esperaba con la llegada de nuevas fuerzas políticas.
A pesar de los cambios políticos y las nuevas expectativas generadas por la llegada del partido Morena al poder, los vínculos entre el gobierno de Hidalgo y los medios de comunicación tradicionales, con raíces profundas en la era priista, parecen inamovibles. Estos medios, que históricamente han estado alineados con los intereses políticos establecidos, siguen siendo beneficiados con contratos publicitarios lucrativos y un acceso privilegiado a la información oficial. A través de estas prácticas, se perpetúa la influencia de estos medios y se dificulta el surgimiento de una prensa más plural y crítica.
El veto a los medios ciudadanos
En contraste con el respaldo brindado a los medios tradicionales, los medios ciudadanos y comunitarios enfrentan numerosos obstáculos y actos de censura en Hidalgo. Estos medios emergentes, que representan voces diversas y ofrecen una perspectiva alternativa a los discursos oficiales, se enfrentan a la falta de recursos económicos y a la ausencia de apoyo institucional. Además, a menudo se les niega el acceso a eventos gubernamentales clave y se les veta en el otorgamiento de publicidad institucional. Esta situación socava la pluralidad informativa y restringe el derecho de los ciudadanos a recibir información diversa y veraz.
La persistencia del gatopardismo en el gobierno morenista de Hidalgo tiene profundas implicaciones para la calidad democrática en el estado. Al respaldar a los mismos medios de comunicación de la época del PRI y vetar a los medios ciudadanos, se limita la posibilidad de un debate público abierto y se restringe el acceso a información veraz y plural. Esto afecta directamente la capacidad de los ciudadanos para tomar decisiones informadas y participar activamente en los asuntos públicos. Además, debilita la rendición de cuentas y abre la puerta a prácticas políticas opacas.
La persistencia del gatopardismo en el gobierno morenista de Hidalgo, en el cual se respalda a los mismos medios de comunicación de la época del PRI y se veta a los medios ciudadanos, es una afrenta a la promesa de cambio y apertura democrática que se esperaba con la llegada de nuevas fuerzas políticas.
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En la fotografía observamos Eduardo Iturbe, coordinador de comunicación social del gobierno de Hidalgo.