#Geopolítica
El pasado sábado 8 de mayo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), envió un mensaje de felicitación al pelotero cubano Randy Arozarena, quien juega para los Rays de Tampa Bay en las Grandes Ligas de béisbol.
El motivo del saludo fue el lanzamiento de la primera bola que realizó el canciller mexicano Marcelo Ebrard en el juego entre los Rays y los Atléticos de Oakland, que se disputó en el Estadio de la Ciudad de México.
Arozarena, quien se ha destacado por su talento y carisma en el diamante, respondió al mensaje de AMLO con un agradecimiento y una invitación a visitar el estadio cuando regrese a la capital mexicana. El gesto del deportista fue interpretado por algunos analistas como una muestra de la buena relación que existe entre México y Cuba, dos países que han mantenido una alianza histórica y política frente a Estados Unidos.
Sin embargo, otros expertos consideran que el intercambio de mensajes entre AMLO y Arozarena también tiene una dimensión geopolítica más compleja, que involucra los intereses y las tensiones que existen entre México y Estados Unidos en materia de migración, comercio y seguridad.
Por lo anterior, Matt Silverman, presidente del mencionado equipo, invitó al canciller Marcelo Ebrard al juego de este día ante los Milwaukee Brewers, siendo este el responsable de lanzar la primera bola del compromiso de las Grandes Ligas en el Tropicana Field.
En este sentido, el lanzamiento de Ebrard en el juego podría ser visto como un gesto simbólico de acercamiento y cooperación entre ambos países, que buscan fortalecer sus vínculos a futuro, a pesar de las diferencias ideológicas y los desafíos que plantea la pandemia del covid-19.
Así, el béisbol se convierte en un escenario donde se expresan y se negocian las relaciones diplomáticas entre México, Estados Unidos y Latinoamérica, recordando que habrá elecciones en ambos países, por lo que deben existir proyectos en común, para hacer frente a los nuevos escenarios de la economía global con la integración de los países latinoamericanos.
El caso de Arozarena es un ejemplo de cómo el béisbol puede ser también un factor de integración y reconocimiento para los migrantes que buscan cumplir sus sueños en el país vecino.
El motivo del saludo fue el lanzamiento de la primera bola que realizó el canciller mexicano Marcelo Ebrard en el juego entre los Rays y los Atléticos de Oakland, que se disputó en el Estadio de la Ciudad de México.
Arozarena, quien se ha destacado por su talento y carisma en el diamante, respondió al mensaje de AMLO con un agradecimiento y una invitación a visitar el estadio cuando regrese a la capital mexicana. El gesto del deportista fue interpretado por algunos analistas como una muestra de la buena relación que existe entre México y Cuba, dos países que han mantenido una alianza histórica y política frente a Estados Unidos.
Sin embargo, otros expertos consideran que el intercambio de mensajes entre AMLO y Arozarena también tiene una dimensión geopolítica más compleja, que involucra los intereses y las tensiones que existen entre México y Estados Unidos en materia de migración, comercio y seguridad.
Por lo anterior, Matt Silverman, presidente del mencionado equipo, invitó al canciller Marcelo Ebrard al juego de este día ante los Milwaukee Brewers, siendo este el responsable de lanzar la primera bola del compromiso de las Grandes Ligas en el Tropicana Field.
En este sentido, el lanzamiento de Ebrard en el juego podría ser visto como un gesto simbólico de acercamiento y cooperación entre ambos países, que buscan fortalecer sus vínculos a futuro, a pesar de las diferencias ideológicas y los desafíos que plantea la pandemia del covid-19.
Así, el béisbol se convierte en un escenario donde se expresan y se negocian las relaciones diplomáticas entre México, Estados Unidos y Latinoamérica, recordando que habrá elecciones en ambos países, por lo que deben existir proyectos en común, para hacer frente a los nuevos escenarios de la economía global con la integración de los países latinoamericanos.
El caso de Arozarena es un ejemplo de cómo el béisbol puede ser también un factor de integración y reconocimiento para los migrantes que buscan cumplir sus sueños en el país vecino.
