Jorge Montejo.
La incorporación de varios municipios como Pachuca a la zona metropolitana del Valle de México podría tener varios beneficios, como una mayor integración económica y social con la capital del país, lo que podría impulsar el desarrollo económico de la región.
Sin embargo, también es importante considerar los retos y desafíos que podrían surgir en términos de planificación urbana, gestión de recursos, infraestructura y coordinación entre los diferentes gobiernos involucrados.
También el incremento de la inseguridad y de los problemas de salud pública, vivienda, educacion, es algo a considerar y deberán ser resueltos por los tres gobiernos de Hidalgo, Estado de México y Ciudad de México, si es que se aprueba la incorporación solicitada.
En tiempos del ex gobernador Jorge Rojo Lugo, se detuvo la mancha urbana, porque se tenia la idea de que Hidalgo debía crecer de otra manera mediante el impulso de la agricultura, la educación y la cultura en esos terrenos de la zona metropolitana; sin embargo, con el gobierno de Murillo Karam, surgió la idea de incorporar varios municipios hidalguense al Valle de México.
Lo anterior, debido a que Grupo Hidalgo sería beneficiado al ser propietario de los terrenos que se encuentran en las fronteras con Tizayuca, a donde querían construir su aeropuerto fallido, bienes que deberían ser expropiados para la Construcción de las vías férreas e infraestructura del tren sub urbano al AIFA.
Sin embargo, para otros, sus terrenos abandonados como el proyecto Plath detienen la mancha urbana de la Ciudad de México que podría absorber a Hidalgo y convertir a diversos de sus municipios en extensiones culturales y sociales de EDOMEX, como sucede en Tizayuca que parece más mexiquense que hidalguense y que diversas tradiciones culturales se han ido perdiendo.