Julio Gálvez
El humanismo y el Estado del Bienestar como sistema político son compatibles con el derecho iusnaturalista porque comparten una misma preocupación por la dignidad y los derechos humanos.
El iusnaturalismo se refiere a la idea de que existen ciertos derechos y principios que son inherentes a la naturaleza humana, que deben ser protegidos y respetados por el Estado y la sociedad.
Por su parte, el humanismo se enfoca en la valoración del ser humano como individuo y su desarrollo integral, lo que incluye la promoción de los derechos humanos y la justicia social. El Estado del Bienestar, por su parte, busca promover el bienestar social a través de políticas y programas que garanticen el acceso a servicios esenciales como la educación, la salud y la seguridad social.
De esta forma, el humanismo, el Estado del Bienestar y el iusnaturalismo comparten una misma preocupación por la dignidad humana, la protección de los derechos humanos y la promoción del bienestar social. Por lo tanto, son compatibles como sistema político y jurídico, ya que trabajan en conjunto para proteger y promover los derechos y la dignidad de las personas, a través de los principios jurídicos como base del derecho.
En este orden de ideas, los gobiernos de la cuarta transformación, deben promover el iusnaturalismo dentro de sus sistemas jurídicos, lo anterior, porque el ius positivismo o sistema decimonónico solamente se enfoca en aplicar lo que se encuentra textualmente en la ley, situación que a veces genera injusticia social, ya que no contempla principios ni valores en su forma de administración de justicia, por lo que el derecho solo se agota en lo que se encuentra formalmente en las leyes, quedando fuera de su lógica los derechos humanos y el derecho internacional de los derechos humanos.
Sin embargo, no han podido aplicar ningún sistema jurídico compatible a los intereses sociales de la 4T y mucho menos al de la mayoría de las personas, por lo que se debe considerar hacerlo.
