Capitalismo de cuates.



Desde el sexenio de Murillo en adelante, la actual clase política hidalguense (Grupo Hidalgo) creo un sistema con el slogan del “Nuevo PRI” para expulsar al grupo Huichapan y apropiarse del gobierno para volverse millonarios.

De esta forma, ellos decidían quienes eran periodistas, empresarios, profesionistas y políticos a modo, a través del influyentismo. 

Beneficiaban a determinadas empresas y prestanombres para arrebatarle el mercado a la competencia y al pueblo. Así sucedió con Grupo Pachuca y diversas empresas prestanombres de políticos.

Sin embargo, es importante mencionar que este sistema ni siquiera llega a ser neoliberalismo, es corrupción, ya que el capitalismo de cuates lesiona el libre mercado y la libre competencia en Hidalgo, por ese motivo empresas como Uber, Tesla y BMW no se establecen en esta entidad federativa, ya que somos como Venezuela (dicho con el mayor respeto) en ese aspecto.

Así sucede con las concesiones de taxi, las notarías, licitaciones y la mayoría de las empresas y negocios que se establecen en el Estado, lo hacen con su respectivo diezmo y mochada con el político en turno para obtener privilegios.