100 días de gobierno de Julio Menchaca en Hidalgo.


"El cambio se produce cuando tratas de convertirte en lo que eres y no cuando tratas de convertirte en lo que no eres" 

Inicio estás líneas con una frase de las paradojas del CAMBIO, del cual mucho se habla y poco se sabe. Los Escépticos expresan de que el nuevo Gobierno seguirá en una escalada de defectos como lo ha sido los Gobiernos anteriores emanados del PRI.
Argumentan que el actual Gobernador Constitucional fue formado bajo los esquemas de administración del Revolucionario Institucional.

Desde esta perspectiva podemos observar a cien días de administración que dicha Teoría toma fuerza por los nombramientos de personajes ligados a grupos políticos de Derecha y del Neoliberalismo actual, provocando inconformidad con los ciudadanos que esperaban un CAMBIO.

Desde mi punto de vista, considero que el nuevo Gobernador se quizo ir a la segura haciendo alusión al dicho "Más vale malo por conocido, que nuevo por conocer" y paulatinamente tendrá que realizar modificaciones en su Gabinete, porque es un secreto a voces que algunos de los Secretarios tienen aspiraciones para el 2024.

Podrá ser un buen momento para darle un giro de 180 grados a su administración y empezar con un poco de "Esperanza" para quienes confiaron en el, aún de saber su pasado Priísta y que estuvieron promoviendo el voto a favor de el a "Pie" cómo se dice coloquialmente y que son quienes merecen todos los créditos para que sucediera el CAMBIO de colores al menos en el estado de Hidalgo.

En estos cien días de Gobierno apenas se están acomodando en sus áreas de trabajo y es muy poco para decir que "HIDALGO SERÁ POTENCIA", como una Visión suena algo romántico y extraordinario, sin embargo como dice una premisa de la comunicación "El mapa es diferente al territorio".

Se vienen tiempos complicados, donde la economía a nivel Mundial y Nacional no es favorable, generando incertidumbre en los inversionistas y empresarios, quienes siempre buscarán sus beneficios personales y no "PRIMERO EL PUEBLO".

Así que Dios nos agarre confesados.

Con respeto Carlos Sánchez.