El gatopardismo o lampedusiano es un término curioso utilizado en Ciencias Políticas y en lenguaje político corriente, en general. El hecho o procedimiento de "cambiar algo para que nada cambie", tiene su origen en la paradoja expuesta en la novela “El gatopardo”, del escritor italiano Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957).
La cita original expresa la siguiente contradicción aparente:
"Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie. ¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado…una de esas batallas que se libran para que todo siga como está".
Surgió entonces el concepto: gatopardismo. Era la lucidez que tenía una clase social para mantener, conservar sus valores dentro de los cambios revolucionarios.
¿Por qué recordar el termino gatopardismo? Pues porque este fin de semana militantes y simpatizantes de Morena elegirán sus nuevos consejeros estatales, en lo que será la primera etapa de renovación de las estructuras organizativas del partido Morena.
En este proceso se elegirán a 70 consejeros estatales de Movimiento Regeneración Nacional, para el que participan mil 389 aspirantes validados. De acuerdo con la secretaria general de Morena, Citlalli Hernández Mora, quienes deseen participar en la votación en las Asambleas distritales deberán presentar su credencial de elector y una copia de esta, además de la solicitud de afiliación al partido lo cual obviamente traerá más adeptos guindas –un plan con alevosía- o la ratificación, para quienes ya estén afiliados y por supuesto continúen dentro de las filas del partido y no se den de baja, después de todo la búsqueda de la hegemonía de Morena en este siglo XXI es lo importante.
Sin embargo, no está mal contar con afiliados y reafirmar la convicción de los que están desde la fundación del partido pero, los llamados “chapulines, oportunistas y bribones” se dan cita para conformar ser parte de la consejería de Morena ya que los 70 ganadores en este ejercicio de votación solo recibirán como salario la gratitud de servir a una causa justa de acuerdo a los estatutos del partido pero que también podrán a su vez contender para buscar ser consejeros nacionales con una dieta nada deleznable de $28,000 pesos mensuales más viáticos necesarios para continuar luchando por la cuarta transformación.
La cita a esta elección no solo se da con ciudadanos fundadores del partido sino tambien con personas que incluso ostentan un cargo público y pareciera que quieren y anhelan obtener mayores privilegios a pesar de que en los documentos básicos de declaración de principios, programa y estatuto de Morena en el capítulo quinto referente a la participación electoral artículo 43° referente a los procesos electorales apartado B dice:
No participarán servidores y funcionarios públicos de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial de los tres órdenes de gobierno, a menos que se separen de sus encargos con la anticipación señalada.
Y sin embargo están en la lista de aspirantes, por citar algunos nombres, a ser consejeros de Morena la síndico procuradora jurídica de Pachuca, Hgo. Liliana Mera Curiel así como tambien la alcaldesa municipal de Tizayuca Susana Araceli Ángeles Quezada, la presidenta Tatiana Ángeles, alcaldesa de Actopan, Hgo., que utiliza recursos de la alcaldía para posicionarse y amenazar a la gente si no votan para volverse consejera de Morena en Hidalgo.
Bueno hasta las autoridades de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) tambien buscan algunos lugares para ser consejeros de Morena pidiendo a los empleados de esta máxima casa de estudios – o máxima casa de influencias políticas mejor escrito- llevar entre 10 y 20 personas para integrarse a Morena y por supuesto votar por la persona a la que se les dé consigna, algunos nombres que se barajan son: María Marivel Solís Barrera, Raymundo Lazcano Mejía, Elizandra Hernández y hasta el ex rector Humberto Augusto Veras Godoy.
Incluso hasta las instalaciones de la Universidad Autónoma de Hidalgo –que más que autónoma pareciera ser bunker político- han sido utilizadas para proselitismo.
No cabe duda al parecer continua el gatopardismo ya que las mismas personas que han ostentado cargos públicos están tan habituadas a no dejar el llamado “hueso político”buscando que todo cambie para que en realidad todo siga igual.
¿Tú lo crees?... Sí yo también y da pena ajena.