María Gil
18/01/22
Ha comenzado el baile. El mayor objetivo de Andrés Manuel López Obrador para la segunda parte del sexenio, la reforma eléctrica, necesita irremediablemente de un puñado de votos de la oposición. Y todos los caminos llevan al PRI.
Los resultados de las elecciones de junio han otorgado al histórico partido mexicano el papel de comodín de cara a la mayoría calificada que abre las puertas de las reformas constitucionales que tanto anhela el presidente. La presentación la semana pasada de la iniciativa presidencial en el Congreso fue recibida con ambigüedad por el grupo parlamentario priista, despertando el recelo entre el resto de la oposición y abriendo la primera puerta a unas negociaciones que abarcarán también las otras dos reformas clave en la agenda del Gobierno: la electoral y la Guardia Nacional.
Dividido internamente y muy mermado en su poder, el PRI tan solo cuenta con cuatro gubernaturas, López Obrador ha comenzado la ofensiva. “El PRI tiene una oportunidad para definirse. ¿Va a seguir con la política neoliberal impuesta por el salinismo como política o va a retomar el camino del presidente Cárdenas?
En este orden de ideas, en este año estarán en juego 6 gubernaturas, entre ellas Hidalgo, por lo que lo que el PRI ha ido ganando terreno en el ámbito político, dejándose querer por el gobierno en busca de recuperar la influencia perdida y contraprestaciones de cara al futuro.
Los resultados de las elecciones de junio han otorgado al histórico partido mexicano el papel de comodín de cara a la mayoría calificada que abre las puertas de las reformas constitucionales que tanto anhela el presidente. La presentación la semana pasada de la iniciativa presidencial en el Congreso fue recibida con ambigüedad por el grupo parlamentario priista, despertando el recelo entre el resto de la oposición y abriendo la primera puerta a unas negociaciones que abarcarán también las otras dos reformas clave en la agenda del Gobierno: la electoral y la Guardia Nacional.
Dividido internamente y muy mermado en su poder, el PRI tan solo cuenta con cuatro gubernaturas, López Obrador ha comenzado la ofensiva. “El PRI tiene una oportunidad para definirse. ¿Va a seguir con la política neoliberal impuesta por el salinismo como política o va a retomar el camino del presidente Cárdenas?
En este orden de ideas, en este año estarán en juego 6 gubernaturas, entre ellas Hidalgo, por lo que lo que el PRI ha ido ganando terreno en el ámbito político, dejándose querer por el gobierno en busca de recuperar la influencia perdida y contraprestaciones de cara al futuro.