Jorge Montejo | Investigación
De conformidad con una solicitud de acceso a la información, Nuevo Gráfico solicitó al senado de la República que informara el status de la petición de desaparición de poderes que realizaron diputados de morena de la anterior 64 legislatura del Congreso del Estado de Hidalgo, en términos del artículo 76, fracción V, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En este orden de ideas, el Senado informó, que no existe registro de solicitud alguna ante la oficina de correspondencia de esa institución sobre el tema, toda vez que dicha petición jamás fue formalmente ingresada.
No debe pasar desapercibido, que en su momento, diputados locales de morena acudieron con Ricardo Monreal para realizar dicho trámite al existir invasión de esferas del Poder Ejecutivo al Poder Legislativo local, así como represión y quebranto del orden constitucional; sin embargo, el senador nunca ingresó dicha petición de la legislatura por lo que negoció con senadores priistas hidalguenses como Osorio Chong y con el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, frenar la desaparición de poderes de esa entidad federativa, a cambio de la gubernatura de Hidalgo para Menchaca.
En en este orden de ideas, no debe pasar desapercibido que en política la traición es una actividad cotidiana, por ejemplo, los priistas durante años consideraron a Ernesto Zedillo uno de los peores traidores por haberle entregado al PAN la presidencia de la república en el año 2000, sin embargo, a Vicente Fox lo absorbió el sistema y nunca existió un cambio ya que representó más de lo mismo.
Lo anterior, sucedió en Hidalgo, ya que Omar Fayad tuvo que negociar con Ricardo Monreal la desaparición de poderes para evitar ser destituido en el senado, apadrinando al expriísta Julio Menchaca Salazar, tal como se observó al inicio del gobierno de morena, donde simpatizantes de AMLO, miembros de la izquierda, obradoristas y ciudadanos que han luchado por la democracia fueron discriminados y desplazados por ex priistas y empresarios priistas que le han lavado dinero al Grupo Hidalgo, el cual es dirigido por Osorio Chong.
En en este orden de ideas, no debe pasar desapercibido que en política la traición es una actividad cotidiana, por ejemplo, los priistas durante años consideraron a Ernesto Zedillo uno de los peores traidores por haberle entregado al PAN la presidencia de la república en el año 2000, sin embargo, a Vicente Fox lo absorbió el sistema y nunca existió un cambio ya que representó más de lo mismo.
Lo anterior, sucedió en Hidalgo, ya que Omar Fayad tuvo que negociar con Ricardo Monreal la desaparición de poderes para evitar ser destituido en el senado, apadrinando al expriísta Julio Menchaca Salazar, tal como se observó al inicio del gobierno de morena, donde simpatizantes de AMLO, miembros de la izquierda, obradoristas y ciudadanos que han luchado por la democracia fueron discriminados y desplazados por ex priistas y empresarios priistas que le han lavado dinero al Grupo Hidalgo, el cual es dirigido por Osorio Chong.
Por lo anterior, Fayad sabe perfectamente que traicionó a su partido para salvar su pellejo, en la búsqueda de intereses personales.
No son extrañas las renuncias de expriistas ante la existencia de un acuerdo político por la gubernatura. En Hidalgo, comienza a circular la narrativa de que la transición se dio por medio de pactos, cuando en realidad salió a votar el pueblo, situación que genera inconformidad social, ante la falta de respeto al voto de la gente.
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En la foto se observa a los senadores morenistas de ese entonces Ricardo Monreal y Julio Menchaca, así como al exgobernador de Hidalgo, Omar Fayad y a la senadora osorista, Nuvia Mayorga.
