#Opinión | Jorge Montejo.
Durante el sexenio de Omar Fayad, el gobierno de Hidalgo se ha esforzado por hacerle creer a la gente que forman parte de la 4T y que apoyan al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, el coahuilense Simón Vargas fue designado Secretario de Gobierno, para facilitar la entrada de los Moreira con Viggiano a Hidalgo, quienes ahora se ocultan en el PAN ante del desprestigio del PRI.
Desde el inicio de su sexenio, Fayad, ya tenia planeado entregarle el Estado a los coahuilenses al colocar a Simón Vargas como Secretario de Gobierno, quién compró diputados morenistas a través de obra pública para mantener el control en Hidalgo, muchos de ellos ahora apoyan a Menchaca, al fin ni es de aquí, viene, corrompe y se va.
Inclusive, en algunos momentos del sexenio, llegó a existir fricción entre Israel Felix y el Secretario Sugar Daddy, al interior del gobierno de Fayad.
Muchos priistas, argumentaban que Felix estaba verde para alcanzar la candidatura a la gubernatura de Hidalgo; sin embargo, ese siempre ha sido el argumento que utilizan para dejar fuera a jóvenes y ciudadanos con la intención de favorecer a la mafia del poder que ha saqueado a este Estado por décadas.
Aun así, de lo que la mafia del poder hidalguense no se ha percatado por su misma ambición al poder, es que con la llegada de grupos políticos y delictivos de Coahuila, no volverán a ver el gobierno de Hidalgo, los dejarán fuera.