María Gil
08/11/21
A casi ya tres años de la explosión de una toma clandestina en el poblado de Tlahuelilpan, que cobró la vida de 137 personas, y muchas más con heridas permanentes y secuelas físicas y psicológicas, Hidalgo continúa siendo el primer lugar en huachicol del país.
Desde el mes de julio, se han incrementado en 543% las tomas clandestinas en México, son al menos 5,289 las tomas irregulares que se encontraban abiertas alrededor del territorio nacional en el primer semestre de 2021, ubicadas principalmente en los estados de Hidalgo, Puebla, Estado de México y Guanajuato.
En cuanto al costo económico del huachicol, se estima que cada año el Estado pierde alrededor de mil millones de dólares por concepto de robo de hidrocarburos, que en pesos mexicanos asciende a casi 20 mil millones de pesos.
El huachicol ha renacido en Hidalgo. Las tomas clandestinas, más de 100 mensuales, han experimentado un incremento de un 7% este año. A pesar de ello, el gobierno de Fayad anunció una disminución de estos delitos al participar en las mesas de Seguridad con el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval.
Gas o gasolina, la cosa es que estos delitos se han agravado otra vez en Hidalgo y ocurren con frecuencia a la luz del día o con el conocimiento de las autoridades municipales.
Las cifras actuales perfilan un Hidalgo estancado en la lucha contra este crimen. No hay balazos, pero las viviendas siguen saltando por los aires y llevándose la vida de los vecinos mientras las pérdidas sacuden mes con mes las ganancias de la petrolera estatal.