El neoliberalismo económico a la mexicana o capitalismo de cuates es un concepto utilizado para describir las confabulaciones entre algunas empresas privadas que son privilegiadas por el gobierno para que las primeras puedan imponerse y arrebatar parte del mercado o estar exentos del cumplimiento de las normas en beneficio de unos cuantos.
Bajo estas prácticas el éxito de algunas empresas privadas (y poderosas) se da por favores o prerrogativas que les concede el gobierno sobre otras empresas o personas. Éstas son más comunes que se presenten en economías con un débil Estado de Derecho, ya que suele ser la debilidad de las instituciones y los vacíos legales lo que induce a las empresas a realizarlas; sin embargo, la práctica del capitalismo de cuates es parte del sistema político en México.
Los grandes empresarios juegan un papel fundamental en la capacidad de los gobiernos de poner en práctica su agenda en diversos campos de las políticas públicas. Sin embargo, la concentración del poder económico en unos cuantos empresarios por periodos prolongados juega en detrimento de la consolidación y solidez institucional de los países.
Ésta dañina práctica para la economía sofoca los fundamentos del libre mercado, obstaculiza a los emprendedores, quiebra a las MiPyMEs, genera nuevas plutocracias en cada gobierno, prescinde de la meritocracia, erosiona la confianza de los inversionistas, crea monopolios y mantiene monopsonios, favorece a solo unos cuantos “cuates” y aumenta la desigualdad de ingresos.
Los grandes empresarios juegan un papel fundamental en la capacidad de los gobiernos de poner en práctica su agenda en diversos campos de las políticas públicas. Sin embargo, la concentración del poder económico en unos cuantos empresarios por periodos prolongados juega en detrimento de la consolidación y solidez institucional de los países.
Ésta dañina práctica para la economía sofoca los fundamentos del libre mercado, obstaculiza a los emprendedores, quiebra a las MiPyMEs, genera nuevas plutocracias en cada gobierno, prescinde de la meritocracia, erosiona la confianza de los inversionistas, crea monopolios y mantiene monopsonios, favorece a solo unos cuantos “cuates” y aumenta la desigualdad de ingresos.
El capitalismo de cuates no busca innovar, no busca la competencia, ni la productividad, el capitalismo de cuates busca hacerse de la riqueza sin incrementarla (rent-seeking), un juego de suma cero que solo favorece a los “cuates” y al que dé el mayor “moche”.
Ese neoliberalismo a la mexicana lo podemos encontrar vivamente ejemplificado por el Gobierno del Estado de Hidalgo, secuestrado durante más de 30 años por la misma camarilla de políticos cuya fortuna se incrementó en su paso por la administración pública.
En este orden de ideas, es importante recordar que hace algunos años, Grupo Pachuca, familiares, ex funcionarios y amigos de los últimos ex gobernadores de ese Estado, se beneficiaron de una especulación inmobiliaria maquinada desde el gobierno local a costa de ejidatarios.
De acuerdo con documentos de compra-venta de terrenos en la urbanización llamada Zona Plateada en el ejido Venta Prieta y una demanda judicial —en poder de este semanario—, familiares, amigos, políticos, ex funcionarios y funcionarios, compraron terrenos en esa zona, cuyo precio aumentó hasta 3 mil 800% gracias al plan de desarrollo del gobierno de Manuel Ángel Nuñez Soto que incluyó donación de terrenos, la eliminación de impuestos y otros favores.
Es importante mencionar que durante los últimos sexenios priistas, Grupo Pachuca recibió en donación varios terrenos, incluidos los de zona plateada, para que se construyera un hotel, un auditorio y el Salón de la Fama del Fútbol (en lugar del Museo de Arte Moderno del que era impulsor el escultor Byron Gálvez, autor del pisal que le hace un homenaje a la mujer del mundo, obra pictórica al interior del Parque David Ben Gurión); obras que incrementaron el precio de la tierra para que políticos, familiares, amigos y algo más, se beneficiaran con la especulación inmobiliaria.
Para evidenciar los cimientos de corrupción sobre los cuales está edificado este imperio, en sesión ordinaria de Cabildo, el ex edil Eleazar García (quién con el sudor de su frente, quizás también sea propietario de algún inmueble en Zona Plateada), signó un convenio a cargo del "Equipo de México", mediante el cual se evita que éste pague impuestos de agua, predial y permisos por la venta de bebidas alcohólicas al interior del Estadio Hidalgo (inmueble propiedad del gobierno de la entidad que opera Grupo Pachuca) a cambio de intercambios publicitarios y entrega de “apoyos deportivos” como balones y boletos para entrar a los partidos que la escuadra hidalguense disputa como local, pacto que se mantuvo vigente con el alcalde priista Sergio Baños Rubio.
Incluso, el ex gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, cuando fue presidente municipal de Pachuca, intentó cobrarle las deudas atrasadas a Grupo Pachuca; sin embargo, un decreto del pasado se lo impidió, el cual actualmente se encuentra tácitamente derogado, por lo que ante la crisis económica ocasionada por la pandemia de #Covid19, sería muy bueno que se cobraran los impuestos y todo lo que le deben al pueblo.
Grupo Pachuca no ha crecido como la mayoría de las empresas mexicanas; su crecimiento ha sido al amparo del poder, gracias al beneficio y preferencia del gobierno de Hidalgo sobre otros negocios hidalguenses construidos a base del esfuerzo y no del influyentismo.
Al fin y al cabo, "gracias al club conocen a Pachuca en el mundo", palabras de los intelectuales Andrés Fassi y Jesús Martínez; claro ejemplo del neoliberalismo a la mexicana con efecto corruptor, mejor conocido en la academia como "Crony Capitalism", el cual genera desigualdad social y tiene a los servicios públicos del estado en descomposición y en general afecta el garantismo de los derechos políticos, económicos, sociales y culturales.
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Julio Alejandro Gálvez Bautista, se desempeña Licenciado en Derecho y Especialista en Derecho Civil por la Universidad la Salle; tiene estudios de Maestría en Derecho Procesal Constitucional y Doctorado en Derecho por la Universidad Panamericana. Desde el 2006 se ha desempeñado como profesor de licenciatura y postgrado, así como conferencista en materia de derecho constitucional y derechos humanos fundamentales.
Es apartidista, cuenta con diversas publicaciones en libros, revistas académicas y periódicos, ha enfocado su trabajo en temas sobre derecho constitucional, derechos humanos, derechos sociales, libertad de expresión y reforma gubernamental. Sus aportaciones al campo jurídico a través del tema activismo judicial fueron utilizadas por el Congreso de Argentina para la despenalización de la tenencia para el consumo personal de estupefacientes y psicotrópicos. Es colaborador de la Revista Internacional de Derecho “Garantismo Judicial”, Editorial Porrúa, presidida por el Profesor Luigi Ferrajoli y Dirigida por el Doctor Fernando Silva García. Actualmente es Director General del Semanario Nuevo Gráfico y del Centro de Investigaciones Sociales (CIS), así como consultor.