Habrá quien confunda profesionalismo y preocupación, con protagonismo.
Por un lado el flamante gobernador de algunos hidalguenses, el hermoso Fayad, habló de sumarse a las políticas dictadas por la Secretaría de salud federal, es decir, cuidarse para cuidarnos todos, tomar medidas preventivas para evitar esparcir el virus, pero por otro lado desde que supo de los primeros casos, optó por hacer visitas sorpresa documentadas por sus medios afines, a lugares de alto riesgo.
Visitó, de entrada, el Hospital General de Pachuca, lugar al que nunca acudía a pesar de las constantes quejas de usuarios, donde muchos tuvieron la desgracia de perder familiares debido a la mala atención. Pero ahora tenía motivos para mostrar su interés en la población, lo que trajo como consecuencia las renuncias forzadas del secretario de salud y del director de ese nosocomio.
De allí se volvió a poner bajo el reflector por jactarse, aunque sea de broma, de haber levantado un hospital en tres días, incluso por encima de los chinos que lo habían hecho en diez.
Para aderesar sus acciones, empezó a hablar de excesos dictados por el ayuntamiento capitalino, al ordenar el cierre de negocios de concentración masiva, criticando e incluso hablando de la incapacidad de la administración municipal, de no ceñirse a los protocolos federales.
Pareciera que, a ojos de muchos, el gobernador se había puesto las pilas, encabezando de manera comprometida las acciones para tener una menor afectación por la presencia del virus COVID19, pero es aquí donde, en lo personal cuestiono su profesionalismo, bajo mi siguiente consideración:
1. Si sabía y pregonaba el cuidado de toda persona, por qué, de manera irresponsable, se paseaba en lugares de probable contagio.
2. Si se sumó al paro de labores ordenado por el gobierno federal, él, junto con algunos miembros de su gabinete, seguían laborando sin los cuidados adecuados.
3. El mismo Omar Fayad presumía sus actividades diarias, visitando hospitales y encabezando reuniones de salud, lo que le llevó a compartir que entre el viernes por la noche y la madrugada del sábado, se dio a la tarea de acudir al hospital del Niño DIF, así como la central de autobuses capitalina.
4. En que momento y, bajo que circunstancias, decide realizarse la prueba del COVID 19, dando, a decir de él mismo, positivo, pero además señalando que dicha prueba le fue realizada a 19 miembros de su gabinete y los integrantes de su familia.
5. En que tiempo se obtienen los resultados de las pruebas, donde se las realizaron y que les motivó a no compartirla con todos los ciudadanos.
6. De la misma manera es necesario saber, por qué, si la preocupación nacional es el tema de la salud, la falta de hospitales y camas, se decide, no sólo continuar con las obras de la "super vía Colosio", priorizándola sobre la conclusión del hospital de especialidades, lo cual justificaría la ocupación de recursos para un asunto prioritario y urgente, pero además arrancando otras obras sobre la misma vía dedicada al ego narcisista del hermoso Fayad.
7. Que mueve la urgencia de concluir una super vialidad en época de vacas flacas, donde sería una mejor medida el incremento de reservas económicas para apoyo de los pequeños empresarios y de los comerciantes menores, quienes atravesarán una grave crisis financiera.
8. Será que la conclusión de la "super vía Colosio" aportará, mediante los juegos sucios de los "altos costos", recursos para ciertas actividades políticas urgentes, lo cual no aportaría el apoyo con recursos a quienes los requieran por la inminente crisis económica.
9. Por último, será realmente cierto que Omar Fayad se contagió de COVID19, o simplemente su ego narcisista lo lleva a generarse una imagen de mártir inmaculado, ante la desgastada presencia de su gobierno ante las próximas contiendas electorales.
Saquen conclusiones y abonemos por que está situación tan complicada nos permita generar cambios radicales en nuestra manera de pensar y actuar, pero que además nos genere una verdadera consciencia humanitaria y política, para exigir acciones en favor de las clases desfavorecidas y menos obras de monumento a egos narcisistas, y de abono a la imagen de un virus letal como lo es y ha sido el rancio y hediondo prianismo.