¿MI COMPU TIENE CORONAVIRUS?


Por Álvaro López.

La paranoia y la ignorancia juntas pueden ser letales. Cuando el miedo tiene como base un supuesto falso, el único resultado probable es el resultado equivocado, donde se pierde y no se gana. 

¡Se va a acabar el mundo! ¡Es la nueva peste negra, y tú sigues escribiendo como si nada! 

No, no es como que esté despreocupado. Es cierto que hay una nueva cepa de coronavirus que ha infectado a decenas de miles de personas y ha matado a cientos. Su tasa de mortalidad (más baja que el SARS pero se propaga de una forma más rápida) es del 2.1 hasta el momento. Esto quiere decir que de cien personas mueren dos (la mayoría de ellos con algún problema inmunológico, defensas bajas, etc). No es despreciable como para que la comunidad internacional se confíe y no tome cartas en el asunto, pero tampoco es tan alta como para pensar que va a acabar con la humanidad.

Pero hay gente allá afuera que está terriblemente asustada, tanto que los restaurantes de comida china en México han visto sus ventas bajar drásticamente. ¡Paranoia!

Es más. El día de hoy no es el mejor día para ser chino en México (o japonés o cualquier persona con ojos rasgados): ¡Álvaro, es un chino, qué tal si trae el coronavirus! ¡Mejor vayámonos por el otro lado! 

Obviamente se tienen que tomar medidas contundentes para evitar que una cepa así se transmita por todo el mundo, como China afortunadamente lo está haciendo; sobre todo si hablamos de un nuevo virus que todavía no se conoce por completo y cuya vacuna demorará algunos meses. Pero tampoco hay que caer en la paranoia, no se va a acabar el mundo. Simplemente habría que estar atento a las indicaciones que puedan dar las autoridades y a lo que digan las fuentes calificadas (porque sí, hay que revisar fuentes). 

No habrá quien insista en que hay una conspiración detrás, que “fueron los gringos”, que hay toda una estrategia geopolítica. Pero cuando saquen la vacuna dirán que es un invento para “controlar a la gente” y volverla autista. 

Y todo ello ocurre por la poca disposición para informarse. Reconozco el trabajo no solo de especialistas, sino incluso de Youtubers divulgadores que han tratado de explicar la dimensión del problema:


Pero, con todo, la gente prefiere confiar en sus instintos que en las recomendaciones de los especialistas. Muchos creen que “algo les ocultan”, que “les están mintiendo a propósito”. Pero los instintos no sirven de mucho para darle la dimensión a un evento que desconocen casi por completo, y por ello lo mejor es apegarse a que las autoridades y lo que “los que sí saben” recomienden que se haga. 

Peor aún, quienes actúan bajo la paranoia corren, paradójicamente, más riesgos ante una eventualidad así. Digamos que el Coronavirus se expande a lo largo de todo el país. Una persona sensata hará lo que le digan lo que tiene que hacer como usar cubrebocas, lavarse las manos, toser en el antebrazo y no en la mano y demás. Pero una persona paranoica probablemente llegue a ignorar o a subestimar alguna de estas indicaciones y se concentre más bien en aquello que no le ayudará evitar contagiarse: ¡no mames, parece chino! ¡Cuidado! 

Las personas que están en mayor control de sí mismas y que están informadas toman mejores decisiones que las personas que están completamente invadidas por el miedo, y naturalmente van a tomar mejores decisiones para evitar contagiarse. ¿Pueden estar asustadas? Sí. Y no es que ello sea malo, es una reacción natural y hasta cierto punto deseable porque te mantiene en alerta. Pero, al final del día, están en control de ellos mismos y no pierden la noción de lo que deben hacer en una contingencia así. Quien cae en la paranoia ha perdido el autocontrol y queda, sin saberlo, desprotegido. 

Lo que toca es estar alerta de lo que digan las autoridades y los especialistas, no toca caer en desesperación.

_____________________
El Cerebro Habla.