El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo en su conferencia de prensa del día de que la estrategia del gobierno federal avanza hacia la normalización del abasto de gasolina; sin embargo de nueva cuenta se realizaron acciones de sabotaje en el ducto Tuxpan Azcapotzalco –que abastece a la ciudad de México y al Estado de Hidalgo- por parte de quienes mantenían este negocio. Señaló que el objetivo de los ataques no es sólo el robo de combustible, sino también retardar la regularización del suministro en el centro del país, “están jugando a las vencidas”.
Durante su conferencia matutina, López Obrador aseguró que detrás de esta estrategias no sólo están los huachicoleros, sino personas de todos los sectores que se han venido vinculado al negocio ilícito desde políticos o algunos trabajadores de Petróleos Mexicanos irresponsables. Subrayó que había todo un mercado negro de gasolinas que generó un desajuste en la distribución y se llegó al punto de que poblados pequeños y pobres tenían estacionamientos e instalaciones para vender el combustible en diferentes partes del país.
EL MERCADO NEGRO DE GASOLINAS.
En México existe un mercado negro de combustible en el que están involucradas grandes cadenas de gasolineras, mediante el cual se comercializan de manera irregular 120 mil barriles diarios, lo que equivale a todo el consumo de la Zona Metropolitana del Valle de México.
Esta cantidad equivale a 19 millones 80 mil litros de gasolina, más del doble de los nueve millones de litros que dio a conocer el Presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 27 de diciembre, cuando presentó el plan del gobierno para combatir el llamado huachicol.
Es importante mencionar que a partir de una investigación con una serie de datos históricos en un modelo econométrico de series de tiempo, se encontró que el mercado negro equivale al 17 por ciento de las ventas históricas de Pemex.
“Empezamos a calcular el tamaño del mercado negro de las gasolinas y resulta que es del 17 por ciento; sería incluso el doble de lo que estimó el Gobierno federal, ellos sumaban 58 mil barriles y nosotros, con este cálculo, tenemos que es el doble”.
El robo de combustible a través de la ordeña de ductos es “una migaja” comparado con el tamaño del mercado negro en el que participan grandes empresas del ramo.
“Esta exagerada cantidad de combustible robado fue lo que posiblemente llevó a la determinación del Gobierno federal a poner un freno al huachicoleo. En la medida en que ha profundizado en esto (su estrategia), se ha encontrado con más cosas que no tenía previstas y, desde luego, se ha ido complicando la distribución".