Existe desanimo en la militancia del PRI, ya que la renovación de ese partido no se ve por ningún lado, los mismos grupos políticos que enviaron al tricolor al despeñadero por pertenecer al gobierno más corrupto de la historia moderna de México, son los mismos que buscan adueñarse de ese partido.
En efecto, el periodo de Leoncio Pineda Godos como presidente del PRI llego a su fin el pasado 30 de noviembre, por lo que en los próximos días se renovará la dirigencia estatal de ese partido después del desastre electoral del pasado 1 de julio.
Ante esta situación, el grupo del senador Miguel Ángel Osorio Chong busca continuar controlando la dirigencia estatal del partido tricolor en Hidalgo, impulsando al ex delegado de SEDESOL, Victor Velasco, situación que puede enviarle señales negativas a la población, ya que el discurso de renovación se convertirá en una simulación.
Por lo anterior, el PRI requiere de nuevos cuadros emanados de la sociedad civil para reestructurarse, el cambio de timón tendría que ser impulsado desde la juventud y no entre los mismos de siempre que sólo buscan apoderarse de los escombros del tricolor.
En este orden de ideas, podemos concluir que es incongruente una renovación del PRI impulsada desde los mismos grupos de poder que secuestraron a ese partido y lo enviaron a la lona durante el gobierno Peña Nieto.
