AMLO ¿RESPONSABILIDAD O CRISIS ECONÓMICA?


Por Álvaro López
Director del Cerebro Habla. 

Carlos Urzúa, el secretario de Hacienda en el gobierno de AMLO, es una de las personas que nos dejan respirar cierta tranquilidad porque su apuesta es manejar la economía de una forma responsable. Él es un economista preparado y sensato en medio de un gobierno donde la ocurrencia y la excesiva improvisación afloran.

El problema es que parece haber una discrepancia entre el conservadurismo fiscal de Carlos Urzúa y todas las “promesas” que se votaron en la segunda consulta que incluyen becas, pensiones, refinerías, trenes. Es imposible llevar a cabo todo lo que se votó en la consulta porque el país no tiene la capacidad económica para ello. 

AMLO tendrá de dos sopas: escuchar a Carlos Urzúa y resignarse a que muchos de los programas y proyectos no se van a llevar a cabo, o bien, prescindir de Carlos Urzúa, al igual que hiciera López Portillo con su Secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles, lo cual puede hacer con un tronar de dedos. Despedir a un Secretario es de lo más fácil, a lo largo del tiempo, los presidentes ponen y quitan miembros de su gabinete de acuerdo al contexto político. 

AMLO piensa ingenuamente que, al acabar con la corrupción, habrá dinero para todo ello. Cree que todo ese dinero que hasta ahora se roban bastará para financiar todo aquello que AMLO ha prometido y que “el pueblo” ha votado. El problema, además de un mal cálculo de las cuentas, es que la corrupción no va a desaparecer solo con la voluntad del presidente, de hecho no lo pudo hacer cuando fue Jefe de Gobierno (recordemos a Bejarano o a Imaz). Peor aún, la confianza de los mercados para invertir se está deteriorando con las decisiones que el Gobierno Electo ya ha tomado, por lo cual el crecimiento sería todavía menor al pronosticado. 

¿Ser responsable en lo económico o quedar bien con sus bases que son las que le dan legitimidad a su gobierno? Apuntar a lo primero podría terminar debilitando su gobierno, sobre todo en las elecciones intermedias cuando muchos de sus fieles, decepcionados porque su gobierno no esté haciendo mucho de lo que “el pueblo” decidió, opten por otra opción. La mejor forma para que AMLO retenga la mayoría en las cámaras es que se vea que “sí está haciendo las cosas” que se vea como avanza el Tren Maya o cómo los estudiantes reciben becas o los adultos mayores pensiones. Apuntar a lo segundo podría implicar una crisis económica. Y, a mi juicio, me parece un poco más probable que AMLO se vaya por la segunda opción que por la primera.

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El Cerebro Habla.