LAS VERDADES NECESARIAS








58 años del Nuevo Gráfico, el periódico de los olvidados.

"La verdad nos hará libres".

Por Roberto Longoni.
Director de Contenido del Nuevo Gráfico.

Para nadie es un secreto: nuestro país y nuestro mundo viven un momento de crisis generalizada que cada vez más avanza hacia un genocidio sin precedentes. Los problemas de la humanidad se van agravando día con día, y nosotros como raza no parecemos reaccionar. Violencia, masacres, ecocidio, desesperanza; nuestro mundo está al borde de la catástrofe. 

México, nuestro país, ¿Qué decir? Extenso en territorio, basto en recursos naturales, inmenso en su corazón y en su gente, tomado por una camarilla de canallas que se han encargado de propiciar la desigualdad, de afianzar a las élites y de saquear este país desde sus cimientos. Pero sobretodo, se han encargado de propagar la confusión, la mentira. 

Nuestro estado, Hidalgo. Padeciendo desde hace años el cáncer del PRI, una enfermedad que México sufre desde tiempos remotos, cuando la revolución se institucionalizo (contradicción impensable) y dejo de ser eso, una revolución. En los cimientos de la sociedad hidalguense vive el mounstro, el dinosaurio que, con las mismas fórmulas, e incluso disfrazado de “oposición” o de “juventud”, sigue preservando las estructuras injustas de siempre. 

¿Por qué el pesimismo?; ¿Acaso no somos más que esto? Por supuesto que sí. Basta con pararse cada mañana, tomar el transporte público, aguzar la vista y ver que aún habemos muchos que con nuestro esfuerzo y trabajo, seguimos dando nuestro voto de confianza en el futuro. Un futuro donde la igualdad, la justicia y la esperanza se hagan presentes y no sean sólo la mercancía devaluada de unos cuantos abusadores. Aunque también es cierto que, como decía José Saramago, “los pesimistas son los únicos preocupados por cambiar al mundo, ya que los optimistas están muy felices con el que hay.” 

Pesimistamente entonces, también somos muchos los que día con día creemos en no callarnos para poder mostrar solo una de las muchas verdades que esconde el poder. En tiempos donde la confusión y la mentira son la norma, decir, hablar, gritar, develar verdades, se vuelve una tarea necesaria, de justicia, de resistencia y conciencia. El hombre desde tiempos remotos ha sentido la necesidad de comunicarse, de hablar, de transmitir a otros lo que sabe, siente y ve. Defender su derecho a expresarse está en el corazón mismo de su ser persona. 

Hace 58 años algunos consideraron que no habría mejor labor o aporte al mundo, al país y al estado, que tratar de transmitir lo que ocurría a todas y todos. Porque las verdades no son para guardarse o para callarse, son para sacarlas al aire libre, para que se asoleen y generen nuevos horizontes, nuevas formas, nuevas verdades que den paso al diálogo, al acuerdo, al futuro donde ya nada ni nadie podrá callarnos. 

Sin miedo, con arrojo, con valor, y con la firme convicción de que el cambio de este mundo, país y estado, empieza por desenmascarar la realidad, por más cruel o cruda que sea: FELICIDADES, ¡Y JAMÁS NOS CALLAREMOS!


Mural contra la censura del artista Ericailcane, censurado por el gobierno del Df.