Por Jorge Montejo
Justo cuando al gobierno se le venia la noche por lo del Chapo, Ayotzinapa y la grave crisis económica por la que estamos atravesando, el Huracán Patricia -según el gobierno el más devastador de la historia de la humanidad- hizo su aparición, para que por detrás de los reflectores, nuestros legisladores impulsaran el nuevo paquete fiscal para el 2016.
Ahora bien, ante tal situación, los de abajo, ustedes, nosotros, nos preguntamos: ¿Nuestros legisladores sirven al pueblo o al poder? Con la reforma fiscal del año pasado tiraron la piedra y escondieron la mano, se sacaron de la manga un impuesto a los alimentos calóricos, de igual forma, con la reforma en Telecomunicaciones, ni con el pétalo de una rosa tocaron a Televisa, Telmex y Tv Azteca, quienes son los que verdaderamente han dejado más pobres a los mexicanos.
¿Que nos espera con el nuevo paquete de reformas que impulsará el Presidente? Seguramente más pobreza, ya que mientras el Huracán Patricia atemorizaba a los ciudadanos, nuestros legisladores aprobaron un nuevo impuesto a la gasolina hasta por 4.16 pesos, situación que aumentará la pobreza y disminuirá la calidad de vida de los ciudadanos.
Ante el pésimo momento económico por el que atraviesa nuestro país resulta preguntarnos ¿Por qué nuestros grandiosos políticos no se bajaron el sueldo ellos mismos antes de crear nuevos impuestos?, ¿Por qué no han cumplido la política de austeridad que tanto prometió Peña Nieto durante su campaña? Para empezar con una reforma fiscal de fondo, nuestros insultantes politicazos debieron haber empezado por sus privilegios, ya que sus lujos laceran a la sociedad.
En efecto, cuantos millones de pesos gastan nuestros políticos en viáticos, comisiones, gasolina, restaurantes, mujeres, bonos, compensaciones, mientras la canasta básica esta por las nubes y el salario mínimo a penas y subió una miseria a comparación de la inflación.
Nosotros, los de abajo, los de arriba, los de en medio, estamos cansados de los grillos que solo van a “calentar” la curul, los logros obtenidos por la legislatura del PRI-PAN-PRD están por los suelos, se avientan pura reforma de “botín millonario”, México necesita reformas estructurales, no legisladores insensibles que solo piensan en el bolsillo de sus amos.