Por María Gil.
Al menos 12 personas murieron y 10 resultaron heridas después de que soldados y policías egipcios dispararan este domingo contra un convoy de turistas mexicanos y sus guías en el occidente del Sáhara, informó en un comunicado el Ministerio del Interior de Egipto. Los agentes abrieron fuego por error contra cuatro camionetas mientras perseguían a terroristas de la rama local del Estado Islámico (EI) en la región. El Gobierno de México ha confirmado hasta el momento que dos de las víctimas son mexicanas.
El Ministerio del Interior aseguró la madrugada de este lunes que los heridos ya han sido trasladados al hospital Dar-el-Fouad, al oeste de El Cairo. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México ha señalado que el embajador en Egipto, Jorge Álvarez Fuentes, se ha entrevistado con cinco mexicanos heridos, que se encuentran estables.
"Se ha creado un grupo de trabajo para examinar las causas y circunstancias del incidente", afirma el Gobierno egipcio. Las autoridades afirman que los vehículos de los turistas, guiados por locales, se encontraban en una zona prohibida para civiles.
Por su parte, el Presidente Enrique Peña Nieto, ha condenado los hechos y ha exigido al gobierno de Egipto una "exhaustiva investigación de lo ocurrido". En su cuenta de Twitter, el mandatario afirmó que se incrementará en las próximas horas el personal diplomático en Egipto para atender a las víctimas y a sus familias.
La Secretaria de Relaciones exteriores ha señalado que las autoridades mexicanas intentan contactar a los familiares de las víctimas.
La operación militar de Egipto se produce un día después de que militantes afiliados al autodenominado grupo Estado Islámico, EI, dijeron tener presencia en el desierto cerca de la frontera con Libia.
Es importante mencionarse que el occidente del desierto egipcio, muy popular entre los turistas por el oasis de Bahariya (a 400 kilómetros del suroeste de El Cairo), es también utilizado por los yihadistas como escondite. La zona ha sido escenario de intensos enfrentamientos entre los radicales y las autoridades egipcias, que no han podido cortar el tráfico de armas que llega desde Líbano.
En agosto, un joven croata que trabajaba para una compañía francesa fue decapitado en la región. Hace poco más de un año, 21 soldados murieron por un ataque de hombres armados en la zona de Wadi al Yedid, cerca del oasis de Farafra.