Por María Gil.
Durante la semana el sacerdote Alejandro Solalinde, denunció que los cubanos que pasan de manera irregular por México hacia Estados Unidos sufren cada vez más extorsiones de funcionarios corruptos. "Son un botín para los agentes de migración", ha dicho el defensor de los migrantes. Solalinde sostiene que los cubanos "son los que están dejando más dinero" en los centros de retención y afirma que tiene documentados cien casos de abusos contra ellos.
México es la principal frontera de entrada a Estados Unidos de migrantes cubanos y el número va en aumento: según la aduana estadounidense de 2012 a 2014 ha pasado de 8.273 a 17.459, y la progresión ha escalado desde la apertura política de diciembre pasado entre Cuba y Estados Unidos por el temor de que se modifique la ley preferencial que permite a los cubanos conseguir la residencia permanente en un año desde que pisan suelo estadounidense.
Solalinde afirma que las extorsiones a los cubanos han llegado a 5.000 dólares. Su colaborador Alberto Donís explica que existen diferentes maneras. Según su versión hay casos en los que los agentes informan a los migrantes detenidos de que tienen derecho a una llamada, les piden el número y el nombre de un familiar en Estados Unidos y hacen como que marcan sin que nadie conteste para luego –sin el interesado delante– llamar al familiar y engañarlo inventándose que ya lo han pasado a Estados Unidos y necesitan un giro de dinero para mandarlo a su destino final, o diciéndole que está secuestrado y que lo torturarán o lo matarán si no pagan.
Otra supuesta variedad es que un abogado conchabado con los agentes entre en el centro de detención y les cobre a los migrantes cantidades desproporcionadas por darles asistencia, o también que los funcionarios les pidan dinero por concederles un oficio de salida especial, en realidad gratuito, con el que el Gobierno mexicano trata de desatascar la situación de los cubanos.
En su cuenta de Twitter el padre Solalinde ha difundido un vídeo en el que escucha los problemas de migrantes cubanos en un centro de México DF. "Tenemos miedo, temor, estamos tan atormentados que no creemos en nada", dice uno que se queja de que los funcionarios los mantienen incomunicados. "Yo llevo ya 21 días acá y no sé ya ni qué situación tengo", se lamenta otro y continua "estoy destruido, agotado, tengo tres niños en Cuba y lo único que quiero es salir de esta situación ya. Es una presión psicológica las 24 horas del día".
El Instituto Nacional de Migración ha hecho un comunicado en el que rechaza las acusaciones e informa de que en 2015 se han dado 2.867 oficios de salida a cubanos y 186 han sido repatriados a Cuba.
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Fuente: El País