Por Albertina Mancilla.
Estimado lector, durante la semana pasada usted y yo hemos sido bombardeados mediante comunicados y discursos de Don Luis Videgaray, choros en los que el secretario de hacienda nos dice que en México estamos mejor que nunca, que la economía va viento en popa y que gracias a las "reformas inservibles" el país crecerá como nunca antes lo había hecho. Sin embargo, cuando caminamos por las calles de nuestra colonia miramos nuestros deficientes hospitales, observamos que los profesores de nuestros hijos continúan en huelga y escuchamos en todos los rincones que la pobreza ha aumentado de forma alarmante, resulta preguntarnos: ¿El gobierno nos estará mintiendo o los mexicanos estamos ciegos y sordos?
Ante una inmensidad de indicadores financieros, parece ser que lo políticos nos mienten, el país esta hundido en una profunda crisis económica y la pobreza, lo problemas y la inseguridad ya no se puede ocultar con partidos de fútbol, telenovelas e infinidad de distractores que utilizan los amos del poder al más puro estilo del PRI de los setentas para nublar la mente de los mexicanos.
Es lamentable que mientras nuestro país enfrenta una grave crisis alimentaria y los ciudadanos mexicanos día con día se las ven negras para conseguir alimento, salud, educación, vivienda y seguridad, nuestros políticos se den una vida de magnates. Los de abajo, los de arriba, los de en medio, ustedes, nosotros, observamos como nuestros gobernantes se aprovechan de las instituciones para llevarse todo lo que hay.
En efecto, estimado lector, todo es una fantasía en México, Videgaray (que ya se siente Presidente de la República) nos dice que las reformas tratan de cuidar a los más pobres; sin embargo, la realidad es muy distinta. Pobre México, las reformas fiscales de Don Luis, han sido un fracaso, de nada le sirven sus estudios en el extranjero ante tanta insensibilidad, al parecer en aquella universidad de estados unidos donde estudio, nos adoctrinaron a Nuestro secretario de Hacienda, para servir a los intereses monetarios de los grandes petroleros y banqueros del vecino del norte, sus políticas fiscales ni siquiera han aumentado los índices de recaudación de la secretaria de hacienda.
Conforme a lo anterior y ante la situación económica por la que atraviesa México, resulta preguntarnos ¿Por qué nuestros grandiosos políticos no se han bajado el sueldo?, ¿Por qué no han implementado la política de austeridad que tanto prometió Peña Nieto durante su campaña?
Para empezar con una verdadera reforma fiscal, nuestros insultantes politicazos debieron haber comenzado por poner el ejemplo y acotar sus privilegios, ya que sus lujos son lacerantes para los 54 millones de pobres que hay en nuestro país.
En efecto, cuantos millones de pesos gastan nuestros políticos en viáticos, comisiones, gasolina, restaurantes, mujeres, bonos, compensaciones, mientras a los ciudadanos no les alcanza para comer. Nosotros, los de abajo, los de arriba, los de en medio, estamos cansados de la insensibilidad de nuestros grillos que solo saben “calentar” su silla, los logros obtenidos por el PRI están por los suelos, se avientan pura reforma de “botín millonario”, México necesita cambios estructurales, no reformas que solo han acrecentado la desigualdad y la pobreza.
Cuidado… En las próximas elecciones continuará la tendencia perdedora del PRI y el pueblo le cobrará la factura a los políticos del Revolucionario Institucional, las verdaderas estadísticas no son muy alentadoras, los índices de aceptación del Presidente de la República están por los suelos y la sociedad se encuentra resentida con el partido de los dinosaurios porque simplemente los resultados no se ven por ningún lado, pero mientras Peña Nieto se divierte con los príncipes, princesas, reyes, reinas, los vestidos de la gaviota y las cenas millonarias en los pinos, los ciudadanos continuaremos sufriendo las consecuencias de su “modernizadora administración”.
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Arte visual tomado del diario Revolución Tres Punto Cero.