Por Jorge Montejo.
En todos los sectores de la población este es el clamor, los reclamos populares, que deben enfrentar todos y cada uno de los que se encargan de la economía y bienestar de los mexicanos.
“El dolor del hambre de los pobres”, quienes fundamentalmente quieren el cambio, y que la riqueza de la época que dejan los grupos políticos, sea equitativamente repartida. Asimismo, los mexicanos pedimos que la justicia no sea tapadera para disfrute de algunos grupos poderosos, quienes se apoderan precisamente del dinero y el poder que tienen en sus manos para hacer que la justicia vaya en su favor, sin que les importe aunque sea un poco el daño que le hacen a los demás mexicanos.
El clamor popular es: seguridad para todos, no solo para políticos y empresarios que tienen dinero y pueden manipular a las autoridades a su antojo, y que pueden poner guaruras o guarda espaldas a su disposición para que cuiden su “preciada vida”, y que también se encargan de vigilar a sus familias y sus lujosísimas mansiones por temor a ser víctimas de la delincuencia.
Se debe reconocer que en algunas cuestiones se han tenido grandes avances, alcanzándose metas elogiadas por los mexicanos, pero que esos logros son borrados por la delincuencia, el desempleo y por la gran crisis económica, estos graves factores que ponen en entre dicho las palabras de los altos mandos.
El dolor de miles de familias quienes se truenan los dedos al ver que no les alcanza ni para medio comer es preocupante, ya que la falta de empleo y oportunidades puede ser el principal factor que esté generando violencia, es por ese motivo que las autoridades y principalmente el Presidente debe poner más atención al clamor de la población mexicana, que exige a gritos un mejor nivel de vida, ya que al parecer al gobierno solo le importan los intereses empresariales de los dueños de México.
