La doble moral de Lorenzo Cordova.
Editorial
Gran controversia ha desatado la conversación entre el Presidente del INE, Lorenzo Córdova y el secretario de esa institución, Edmundo Jacobo, en la que el primero se burla de los indígenas y califica como “dramáticas” las conversaciones que ha sostenido con los familiares de los 43 normalistas desaparecidos en iguala, guerrero.
Por su parte el INE, ha señalado como una invasión de privacidad en contra del servidor público, incluso ha interpuesto una denuncia, ya que han mencionado que dicha conversación fue obtenida gracias al espionaje y de forma ilegal, y que esto es solo una mala jugada en contra del INE, presuntamente por los hechos que han venido ocurriendo con el partido verde.
Este tema ha desatado cientos y miles de comentarios en todas las redes sociales, ya que han señalado que por más excusas que de la máxima autoridad del INE, “lo dicho, dicho esta”, y que lo mejor que podría pasar sería que lo destituyan de su cargo, puesto que a solo unas cuantas semanas de que se lleven a cabo las elecciones, funcionarios del INE, por más que digan que solo se trata de un ataque para esa institución muchos no han visto con buenos ojos, este acontecimiento, ya que han señalado que gracias al espionaje, se ha descubierto el verdadero rostro del INE, que es representado por Lorenzo Córdova.
Por su parte el representante de los otomíes ha presentado una denuncia en contra de Lorenzo Córdova, señalando que la indignación de los pueblos indígenas por la conducta del funcionario del INE, es mayúscula, y lo menos que podría hacer es dejar el cargo, porque "las disculpas no bastan”, porque la ofensa nadie se las va a quitar.
Está claro que en este caso la imagen personal de Lorenzo Córdova era un blanco importante, pero no el asunto principal. Con la grabación se envía un mensaje al INE, el aviso de que tras bambalinas hay fuerzas que no están dispuestas a que la autonomía de un órgano del Estado sea tal y no están satisfechas con el curso de las cosas.
Junto con el escándalo circulan ya los nombres de los hipotéticos beneficiarios de este penoso incidente. Hay que cuidar no incurrir en las descalificaciones instantáneas que sólo crispan el ambiente, y exigir la investigación de los hechos. Sin embargo, el tema de fondo es la persistencia de una situación que revela la fragilidad del momento, la necesidad de actuar con claridad de cara a los gravísimos problemas que existen en México y en este momento tan álgido de las campañas el termómetro puede ser fatal para ciertos partidos.