Por Pablo Fernando Ruiz Gálvez
Analista Deportivo.
Reaparición y derrota resulto de forma simultanea el regreso de Chávez Jr. al ring, en una pelea que termino en total fracaso, en la que fue dominado de principio a fin por el púgil polaco, Andrzej Fonfara, quien con buena combinación de golpes y mayor preparación para el combate, noqueo de manera contundente al pusilánime boxeador mexicano.
Ni siquiera el cobijo de su nuevo protector e inflador patrocinador, Televisa, fue suficiente para evitar esta nueva debacle del llamado ‘Hijo de la Leyenda’, porque después de haber sucumbido en aquel combate ante el argentino Sergio ‘Maravilla’ Martínez, se vio envuelto en un problema de mucha relevancia, que hizo que el CMB lo inhabilitara por tiempo indefinido hasta que se resolviera su situación.
En nueve rounds, el polaco Fonfara hizo prácticamente su trabajo, con un físico mayor trabajado y preparado que el de Chávez, quien nunca estuvo cómodo por enfrentar a un rival que tenía mayor movilidad y una tremenda pegada que resintió el Jr. con ese KO.
Otro factor determinante de esta derrota, fue su mala decisión de elegir a tan imponente rival en una pelea pactada dentro de las 172 libras, algo demasiado perjudicial para los intereses de Chávez, ya que es un peso al cual no está acostumbrado y aunada su falta de seriedad para afrontar dicho duelo, es lo que lo llevo a la derrota.
Fue en el noveno asalto cuando se le ‘cayo la noche’ al Jr., quien seriamente lastimado en uno de sus parpados y con más voluntad que ideas, quiso tratar de recomponer el guion de su pelea sin pensar lo que se venía encima.
Finalmente a pocos segundos de que concluyera dicho round, Fonfara, conecto un zurdazo en el rostro de Chávez, que hizo tambalear al púgil mexicano de manera estrepitosa y derivando que no pudiera continuar luchando en desigual combate.
Con esto, Fonfara se alzó con el título, provocando desaliento e impotencia en la gente que apoyaba a JC Chávez Jr. que en poco tiempo no tardo en desatar su furia lanzando todo tipo de objetos en dirección hacia el ring, como quizás un gesto de desaprobación hacia la paupérrima labor del hijo del ‘Cesar’ del boxeo, quien fue otro de los que contemplaron con preocupación la derrota.
Su padre, Julio Cesar Chávez, recalco que su hijo perdió con ‘dignidad’ en este combate, pero lo cierto es que la carrera de su hijo está entrando en un ‘terreno’ de incertidumbre y malos augurios, debido a una indisciplina y poca conciencia de su labor como boxeador, porque más tarde como querrá ser recordado, como Julio Cesar Chávez Jr. o solo ser un peleador del montón y que le continúen llamando de manera insignificante ‘El Hijo de la Leyenda’.