Editorial.
Este próximo 5 de abril iniciarán las campañas políticas y la mayoría de los analistas han señalado que, las elecciones de 2015 tendrán un alto grado de riesgo para el partido en el poder, ya que la popularidad del presidente de la república, tal y como lo dice el analista político, José Antonio Crespo, se encuentra en el nivel más bajo desde que inició su sexenio.
Sin embargo, el PRI ya puso a funcionar la maquinaria y aunque obtendrán una votación demasiada baja gracias al abstencionismo, sus aliados del Verde Ecologista y Panal, dividirán la elección para que el revolucionario institucional con su voto duro se pueda medio salvar.
De igual forma, en las cloacas de Bucareli, se comenta que hay indicaciones para que los lacayos voten en contra en ciertos distritos, y así pierda el tricolor, ya que el todo poderoso quiere dividir a los priistas conservadores y de antaño, para sacarlos del poder. Es la misma jugada que le hicieron a Jesus Murillo cuando fue candidato a senador y desde cuarto piso celebraron su derrota, solo que ahora celebrarán los fracasos en otras latitudes.
Ante esta confusión que se generará de ¿Quién es el bueno? El pueblo debe hacer un voto inteligente, ya que no todos los candidatos son malos, hay quienes son más malos y sobre todo los de este nuevo PRI que ha hundido al país en la miseria, ya que en México, existe una gran lucha social la cual no solo es por la libertad del voto, sino por el derecho a la información, sobre todo por las grandes injusticias que se comenten y que la conciencia de muchos ciudadanos ha despertado con la desaparición de los 43 estudiantes de ayotzinapa, y por ello no se garantiza la seguridad en guerrero y Oaxaca, ya que en Este último estado los maestros del cnte, han señalado que fue un fracaso la reforma educativa por lo que al igual que los padres de los estudiantes desaparecidos exigen un estado de derecho en todo el territorio nacional, así como anular las próximas votaciones del 07 de junio.
Asimismo, se percibe un gran descontento social por la crisis económica, ya que han anunciado que en el 2016 será más severa y que será imposible apretarse más el cinturón. Eso sería como desbarrancar a un pueblo, sediento de hambre y justicia. Estos graves problemas son los que ponen en peligro las elecciones de 2015, propiciando que el abstencionismo crezca cada vez más, así como lo ha hecho la falta de interés de la ciudadanía hacia la política; sin embargo, a pesar de todo, difícilmente este país aguante otra injusticia más, por lo que el fraude electoral que maquina el PRI, detonara una bomba social sin precedentes.
