LA SOMBRA DEL ESTADO FALLIDO

Por Julio Gálvez
Twitter: @juliogalvezb

Parece que con el regreso del PRI a los pinos el panorama de México continua siendo el mismo que hace 50 años. En todos los rincones del país continuamos observando episodios donde la represión de estudiantes, las matanzas, la corrupción política, la impunidad, el hambre, la pobreza, las crisis económicas y el control de los medios de comunicación se hacen presentes; a decir verdad, estamos peor que antes, poco hemos cambiando.

Independientemente del partido político que se encuentre en el poder, en los últimos años en nuestro país se han incrementado de forma alarmante el numero de homicidios, secuestros y desapariciones forzadas de personas a consecuencia de violentas pugnas entre poderosas organizaciones delictivas que compiten por el control del narcotráfico y otras actividades ilícitas lucrativas, como la trata de personas.

Sin embargo, ante la crisis de inseguridad que se vive, el gobierno mexicano ha tomado medidas precipitadas que sólo han generado un clima de caos y temor que predomina en varias regiones del país. En pocas palabras, el combate contra la delincuencia organizada ha provocando un fuerte incremento del número de homicidios, torturas y otros abusos por parte de los miembros de las fuerzas de seguridad.

Gracias al clima de violencia que ha ocasionado nuestra la clase política, periodistas, defensores de derechos humanos y activistas, han alzado sus voces en contra de la inseguridad, convirtiéndose de esta forma en blancos del Estado mexicano y de organizaciones delictivas que se han apoderado del gobierno.

En términos generales, gracias a la incapacidad de nuestros gobernantes y ante la debilidad del Estado mexicano, el crimen organizado ya no solo intenta monopolizar el negocio de la droga sino que ahora ha pasado a una nueva fase en la que uno de sus grandes objetivos es la toma del poder, es decir, apoderarse del Estado imponiendo políticos dentro del gobierno como sucede en Michoacán, Guerrero, Tamaulipas y otras entidades federativas.

Parece irreal, pero hoy en día la masacre de Ayotzinapa, se encuentra en el ojo del huracán en la prensa internacional, de hecho la ONU e infinidad de organizaciones no gubernamentales que defienden los derechos humanos, han emitido diversas recomendaciones que el gobierno ha evadido por todos los medios, ya que ante la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos y las decenas de fosas que se han descubierto en el Estado de Guerrero, resulta preguntarnos: ¿Cuantos cadáveres yacerán en los suelos de México? Lamentablemente los mexicanos dormimos sobre personas desaparecidas.

Según el informe de Human Rights Watch, titulado: “Ni Seguridad, Ni Derechos", México ocupa el segundo lugar mundial en desapariciones forzadas de personas. En nuestro país, cientos de ciudadanos en su mayoría periodistas y activistas políticos, han desaparecido de forma inexplicable en los últimos 15 años, y en ninguno de los casos el Estado mexicano ha encontrado a los culpables. Este organismo internacional asegura tener información concreta, detallada y verosímil sobre la participación de funcionarios públicos en este tipo de conductas delictivas.

Conforme a lo anterior y ante el fracaso del sistema de justicia, México se ha convertido en el segundo país con el mayor número de peticiones ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos después de Colombia, evidenciándose de esta forma que el gobierno mexicano esta coludido con los criminales, ya que nuestros políticos han obstaculizado cualquier tipo de reforma “que regule todos los aspectos de la desaparición forzada de personas”.

¿Entonces que hace el gobierno para remediar la situación? Sobrecargar la opinión pública de información, gobernar por medio de apariencias mientras cientos de mexicanos se convierten en víctimas de la represión y los balazos. Como dice Al Gore en su libro “El Ataque Contra la Razón”, para desviar la atención de las matanzas, nuestros políticos se encuentran generando distractores, difundiendo el miedo, empantanando las investigaciones y fabricando soluciones mediáticas como sucedió con los alumnos del Instituto Politécnico Nacional, para que después en todos lo medios de comunicación circularan fotografías triunfalistas del Secretario de Gobernación destapándose como aspirante a la Presidencia de la República cuando el país se encuentra al borde del estallido social. 

En efecto estimado lector, mientras los mexicanos somos víctimas de la delincuencia que se apodera de las instituciones, nuestros políticos ante la falta de soluciones se encuentran haciendo uso de la doctrina del shock, es decir, tratan de causarle un impacto psicológico a la población a través del miedo con el fin de distraerla de otras problemáticas de mayor relevancia.

Sin embargo, la sorpresa ha sido que el pueblo ya no cree en los distractores del gobierno, el PRI quiso regresar al poder utilizando las mismas practicas setenteras de manipulación mental a través de la televisión. Los dinosaurios anunciaron con bombo y platillos que habían cambiado, pero los problemas que vivimos son el resultado del gobierno de apariencias que se le ha recetado al pueblo, ya que lamentablemente detrás de las imágenes falsas del México oficial se asoma un país en ruinas ante los ojos del mundo. 

México, vive una profunda crisis social, la incapacidad de nuestros políticos ha sido tan grande que los grupos delincuenciales han logrado filtrarse hasta las más altas esferas del poder, ningún partido político se salva. Como alguna vez se dijo en esta columna, los políticos ligados a la delincuencia organizada terminarán arrastrando a Enrique Peña Nieto, a un abismo del que no podrá salir. Si el presidente no corta cabezas, México se convertirá en un Estado fallido.

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Por Julio Alejandro Gálvez Bautista, Especialista en Derecho Civil, Maestro en Derecho Procesal Constitucional y Doctor en Derecho por la Universidad Panamericana; ha enfocado su trabajo en temas sobre Derecho Constitucional, Derechos Humanos, Derechos Sociales, Derecho a la Información y Reforma Gubernamental / www.juliogalvez.com