Por Miguel Ángel Serna Ortega
Investigador Histórico
La Piedra del Sol es un disco de basalto con inscripciones alusivas a la cosmogonía mexica y los cultos solares. Es común llamarla Calendario Azteca, probablemente fue un cuauhxicalli (recipiente ceremonial) o un temalácatl (altar de sacrificio gladiatorio) involucrado en la festividad mexica Tlacaxipehualiztli. Miede 3.60 metros de diámetro, 122 centímetros de grosor y pesan más de 24 toneladas.
Probablemente en náhualtl, fue llamada Ollin Tonatiuhtlan que significa “Tonatiuhtlan de Ollin” o “sol de movimiento”. Esta manera de llamarle tiene relación con la forma en que, según la cosmogonía mexica, se espera termine la era del quinto sol; los cuatro anteriores llevaban por nombre la manera en que ese sol finalizaría; se dice que “Ollin Tonatiuh” finalizara con una serie de terremotos.
La piedra del sol, es uno de los monolitos más antiguos que se conserva de la cultura mexica, cuyo tallado fechado alrededor del año 1479. En el templo mayor en México-Tenochtitlan, probablemente ocupo un destacado lugar colocado sobre uno de los templos llamados Quauhxicalco. Antes del reciente descubrimiento del monolito de Tlaltecuhtli, dios-diosa de la tierra, con sus 4metros de altura y que se encuentra actualmente en proceso del salvamento y restauración, se pensaba que la piedra del sol era el más grande en dimensiones.
Fue derribada o enterrada al consumarse la conquista de México y permaneció así hasta su hallazgo en el zócalo, la plaza mayor de la ciudad de México, el 17 de diciembre de 1790. Fue colocada a un costado de la catedral metropolitana y a finales del siglo XIX se trasladó al Museo Arqueológico de la calle moneda y en 1964 fue trasladada al Museo Nacional de Antropología e Historia, donde preside la sala mexica de dicho museo y está inscrita en diversas monedas mexicanas.
En el centro del monolito se encuentra el rostro del dios solar Tonatiuh dentro del signo “movimiento” (Ollin), con sus dos manos, cada una con una pulsera; un ojo y ceja, porque nada se le puede ocultar. Además en cada mano, sus garras apresan un corazón humano, y su lengua está representada como un cuchillo de perdenal, expresando la necesidad de sacrificios para la continuidad del movimiento solar.
Los cuatro cuadrados que rodean la deidad central, representan los anteriores cuatro soles que antecedieron al actual quinto sol.
En el cuadrado superior derecho, se representa el jaguar que, tras 676 años, la primara era acabo, al surgir de las entrañas de la tierra, monstruos que devoraron a la gente.
A la izquierda, está el viento que recuerda que tras 364 años, vientos huracanados sacudieron la tierra e hicieron que los que no pareciesen se convirtiesen en monos. Bajo éste 4 lluvia. Este mundo duro 312 años y los que vivieron en el, perecieron o se volvieron guajolotes tras una lluvia de fuego.
En el cuadrado inferior derecho se encuentra 4 agua, antesala de nuestro mundo, que duro 676 años y acabó cuando los que lo habitaron murieron aprisionados por las aguas y se transformaron en peces.
La siguiente corona, la forma los pictogramas de los veinte días bautizados del calendario sagrado azteca, Tonalpohualli en sentido antihorario. Estos veinte días se iban combinando con trece números hasta que se formaba un año sagrado.
En el primer anillo están Cipactli, Ehecatl, Calli, Cuetzpallin, Cóatl, Miquiztli, Mazatl, Tochtli, Atl, Itzcuintli, Ozamatli, Malinalli, Ácatl, Ocelotl, Cuauhtli, Cozcaquauhtli, Ollin, Tecpátl, Quiahuitl y Xochiti, eran los días de cada mes en el pueblo azteca. Veinte partes iguales con figuras que representan los días del mes azteca. Este anillo esta representado en el aro exterior de la moneda de 2 pesos, aunque en ella se muestran solo 10 días. En la parte superior de la moneda, justo en el centro esta Xochitl (flor) que es el día 20. Otros símbolos son: Padernal, movimiento, águila, jaguar, caña, agua, muerte, serpiente y casa.
En el segundo anillo la segunda corona contiene varias secciones cuadradas, en cada sección que contiene cinco puntos se creen estar representadas las semanas de cinco días. Hay también ocho ángulos que dividen la piedra en ocho partes, que probablemente representan los rayos solares colocados en dirección a los puntos cardinales.
En el tercer anillo en el extremo inferior de la piedra, se abren las fauces de dos Xiuhcóatl (“serpiente de fuego”), que rodean y enmarcan la piedra y llevan al dios por el firmamento, uno frente a otra. Sus cuerpos están divididos en secciones que podrían simbolizar llamas. Estas secciones podrían representar cincuenta y dos ciclos anuales: el siglo mexica consistió en 52 años (cada correspondencia entre el principio del año civil con el sagrado, de 365 y 260 días, respectivamente). Toda vez que concluían un ciclo de 52 años cuando se celebraba la ceremonia del fuego nuevo.
En la parte superior del monolito, un cuadrado tallado entre las colas de las serpientes representa la fecha Matlactli Omey-Acatl (“13-cañas”). Esto se supone que corresponde a 1479, al año en el que se celebró el fuego nuevo durante el reinado de Axayácatl, y a la vez, el año en que este calendario fue labrado.
En el canto de la piedra, hay ocho relieves equidistantes, representado diversas constelaciones.
Muchas expresiones aztecas, representadas en este bellísimo monolito.