MÉXICO NECESITA UN NUEVO MODELO DE DESARROLLO

Por el Ing. Sergio Baños Rubio 
Presidente de Coparmex Hidalgo

Los países no pueden desarrollarse haciendo más de lo mismo siempre. Sobre la base de este principio se han construido estrategias exitosas de países que industrializándose y modificando sus estructuras productivas, lograron niveles de desarrollo notables.

México, después de las reformas y a partir de ellas, puede y debe trazar una nueva ruta al desarrollo; un camino que pasa no sólo por la productividad de nuestros factores, sino por una nueva forma de colaboración entre sociedad y gobierno, como han hecho los países exitosos que han podido crecer de manera sostenida y con equidad.

Cambiar lo que producimos para desarrollarnos no quiere decir abandonar nuestros sectores estratégicos; al contrario, quiere decir que podemos conquistar otros sectores. Siendo una plataforma exportadora de manufactura, siempre me he preguntado por qué no hemos podido consolidarnos como potencia tecnológica y de diseño.

Por lo cual Coparmex Hidalgo, cree en el desarrollo del estado, confiamos firmemente en el gran potencial en crear nuevos Clusters, actualmente contamos con: el textil, metal-mecánico, turístico (Hidalgo cuenta con 4 pueblos mágicos), petroquímica. Y creo que tenemos gran potencial en crear Clusters de Energía Fotovoltaica, Automotriz y de Reciclaje.

La energía solar fotovoltaica es un tipo de electricidad renovable (energía eléctrica, voltaica) obtenida directamente de los rayos del sol gracias al efecto fotoeléctrico de un determinado dispositivo; se usa para alimentar innumerables aparatos autónomos, para abastecer refugios o casas aisladas y para producir electricidad para redes de distribución. Esta energía podría convertirse en una potencial para el estado, si copiamos un poco el desarrollo y éxito que tuvo en Alemania, ya que el estado de Hidalgo, no puede ser explotado para la creación de energía eólica por no tener un aire constante.

México está llamado a ser el primer exportador de automóviles y derivados en el mundo, sin duda una gran noticia; pero el siguiente paso es definir las estrategias de política, precisamente en un esquema de colaboración entre los actores sociales y del poder público, para generar el mayor valor posible a partir de esa ventaja competitiva. Un automóvil mexicano por ejemplo, hecho con tecnología mexicana, un cluster de diseño industrial o una vinculación todavía más fructífera entre nuestras escuelas de ingenieros y los conglomerados manufactureros del país. 

En agosto de 2014, la producción de vehículos creció un 4.1%, y las exportaciones aumentaron un 20.4%, según datos de la Asociación Mexicana de la Industria automotriz (AMIA), lo cual nos contempla entre los 8 primeros lugares en la producción de autos.

De acuerdo a un estudio de BBVA Bancomer, en México, la producción automotriz aumentó en seis años más de 50%, y por ello los fabricantes japoneses y estadounidenses han aumentado su capacidad productiva en México por las ventajas en localización, tratados comerciales y mano de obra calificada.

México puede convertirse en una potencia en la fabricación de autos, y de esta manera competir con países como China, que es el principal productor a nivel mundial con 22.11 millones de vehículos con un crecimiento del 14.8%.

Todo está dispuesto para lograrlo, sólo falta profundizar en el modelo de colaboración social, que genere innovación permanente y un cauce para los nuevos talentos.

La industria del reciclaje es un buen ejemplo de innovación y de encadenamiento industrial, en el que las empresas generan valor a partir de lo que otras producen, y en este caso desechan. Las regiones con mayores ventajas competitivas en la industria del reciclaje son precisamente las regiones donde están nuestros principales clusters manufactureros. Es natural que donde está la industria, surjan las empresas que con innovación, pueden aprovechar sus residuos para generar nuevos mercados, nuevos empleos y además valor social, por la visión sobre el medio ambiente que su actividad promueve, por lo cual nosotros podremos utilizar esta ventaja al tener dos clusters importantes con el textil y el metal-mecánico, que puede ser una oportunidad para el estado en materia de reciclaje. 

Coparmex Hidalgo está convencido que debemos interpretar a las reformas como la oportunidad de iniciar un nuevo modelo económico en México. Es claro que un modelo productivo que no ha generado crecimiento en 30 años, que no ha facilitado acabar con la pobreza ni con las desigualdades sociales, está agotado y ha llegado el momento de una nueva etapa de respondernos a nosotros qué queremos hacer como país, dónde queremos ir. 

Por lo cual, Coparmex Hidalgo cree en proyectos para la sustentabilidad y crecimiento de estado, creemos que el éxito de otros países que pueden ser un ejemplo para lograr nuestros objetivos, por ejemplo Shangai, comenzó su transformación gracias a desarrollo de sus reformas económicas en el año de 1992, convirtiéndose en el puerto más atractivo del mundo, su PIB creció el 13.3%, cuenta con una gran infraestructura, trasporte rápido, aeropuerto internacional y un gran atractivo turístico. Para el estado de Hidalgo, podemos lograr y luchar por un aeropuerto para la generación de nuevos empleos, al igual creemos que podemos crear un tren en la zona metropolitana, que conecta a Hidalgo, el D.F. y Edo. de México, dicho programa como México – Querétaro, en la cual podría beneficiar a Hidalgo, en la creación de nuevos empleos indirectos y directos, y reducir el tiempo de traslado y evitar la circulación de automóviles, ahorros en combustible, mantenimiento de la carretera y disminución de accidentes.

Apenas hace algunos años, nuestro valor manufacturero consistía principalmente en los bajos costos de los factores de la producción, relativos a los de nuestros competidores. En el contexto de la competencia internacional, incluso con países como China, nuestro país se ha fortalecido demostrando que además de tener ventajas en otros ámbitos; el siguiente paso para extender nuestro poder global ya no es otro, que el de la innovación permanente y la diversificación económica. Los talentos los tenemos. Por lo cual creemos que para lograr todos los proyectos, es necesario trabajar en conjunto escuela-empresa, para generar mayor competitividad mediante la sustentabilidad.