Por Pablo Fernando Ruiz Gálvez
Analista Deportivo
Llego el día y ha comenzado la justa mundialista más convulsionada de toda la historia, con protestas de todo tipo, que son el reflejo de la problemática social vivido actualmente en tierras brasileñas por la indiferencia de su Presidenta, Dilma Rousseff, a quien al parecer poco o nada le importo utilizar esa millonada en traer beneficios de otra índole para su pueblo, prefiriendo gastarlo en proyectos que actualmente quedaron incompletos y que algunas remodelaciones a los Estadios costaron la vida de algunos obreros.
Esa lamentable situación no fue del todo olvidada, ni siquiera en la ceremonia de apertura del mundial, donde a la mandataria la recibieron entre abucheos e insultos con todo y la presencia del máximo ‘gangster’ de la cada vez desacreditada FIFA, Joseph ‘Corleone’ Blatter, con lo que no le quedo de otra que permanecer casi escondida en un palco sin ni siquiera dar un discurso.
Pero al poco tiempo las ‘aguas’ se apaciguaron con la presentación del seleccionado brasileño, que le hizo los honores a su similar de Croacia, un equipo que salto a la cancha a tratar de aguarle la algarabía a unos brasileños y que lo logro en los primeros minutos, cuando en una descolgada por la banda izquierda de Ivica Olic, hizo que el centro conectara con el desafortunado pie de Marcelo, quien mando el balón a su propia portería con lo que los balcánicos tomaron ventaja.
Los aficionados brasileños callaron por un instante ante ese gol que ponía a temblar a los locales, que con el transcurso del tiempo hizo que tuviera que aparecer la figura clave de los brasileños, Neymar, quien en jugada individual saco un disparo totalmente descompuesto pero que basto para vencer al portero croata e irse al descanso con la igualada.
Después vendría la escandalosa jugada que se hizo subir el marcador gracias a un inexistente penalti sobre el brasileño Fred, quien se tiro al sentir el leve contacto de Dejan Lovren para engañar totalmente al arbitro Yuichi Nishimura, que al verse quizás en actitud comprometida por la jerarquía de Brasil y la presión de su petulante afición, hicieron que cometiera esa pifia que tramposamente adelanto a Brasil de forma inmerecida.
En el anecdotario también quedaría un codazo de Neymar a Luka Modric que debio sancionarse como expulsión a no estar el balón en juego, pero que el arbitro que resulto ser mas brasileño que los mismos cariocas, solo sanciono con amonestación. En los minutos finales los croatas buscaron el empate, antes que el brasileño Oscar anotara el tercer gol en un juego que carecio de colectividad y brillantez.
Esas polémicas arbitrales se trasladaron a los cotejos Mexico-Camerun y España-Holanda, donde en el primer encuentro de este pasado viernes, dos goles legitimos fueron invalidados para la causa mexicana, en un partido que la selección del duopolio televisivo domino en gran parte y que ganaron con anotación de Oribe Peralta, ante unos cameruneses que no ofrecieron mucho pese a que tuvieron algunas jugadas peligrosas.
Sin embargo a pesar de la buena cara que mostro Mexico, ya se empiezan a echar a andar las ‘campanas’ al vuelo, cuando si bien es cierto que deben medir la dificultad que representara ahora enfrentar a sus otros rivales de grupo, sobre todo a Brasil.
Quien si dio la sorpresa mayúscula fue la renovada ‘naranja mecanica’ holandesa, ni mas ni menos que ante los actuales campeones del mundo, España, aquellos que hace 4 años les arrebataron la gloria de levantar la Copa, y que lo hicieron con un golpe de autoridad que en apariencia los hace ver como una seria candidata para estar peleando el titulo.
España se pondría en ventaja con otro dudoso penal sobre el naturalizado Diego Costa, mismo que ejecuto a la perfeccion, Xabi Alonso. Esa primera mitad fueron los mejores minutos de España, que controlaba el balón con su clásico tiki taka, que en un principio le trajo problemas a los holandeses, hasta que aparecieron los genios Van Persie quien al igual que Robben se despacho con dos goles, uno de ellos ante una pifia garrafal de Iker Casillas y por ultimo De Vrij, que dilapidaron a un campeón vigente en peligro de no calificar.
La jornada la cerro Chile con una complicada victoria de 3-1 ante Australia, un equipo que aun con sus carencias le supo hacer juego a los sudamericanos, quienes en los primeros 20 minutos jugaron mejor que los australianos y metieron dos goles. Después de eso los chilenos dejaron de generar juego y llegadas de peligro, permitiendo que el rival empezara a presionar y finalmente encontrara su anotación para recortar distancias; aunque de poco les sirvió porque en los minutos finales la ‘roja’ anoto el tanto definitivo, pero que deberá mejorar mucho en sus siguientes partidos.
